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Amparo Estévez Saviza

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Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

martes, 29 de marzo de 2016

MI LEYENDA "La Luna, María y el Sol"



MI LEYENDA "La Luna, María y el Sol"
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA

El sol, dicen, vive siempre esperando que se haga el milagro. Por eso a veces sus rayos alumbran una porción de la tierra con la ilusión de un enamorado que va a una cita de Amor.
El Sol es un enamorado muy particular…¡¡¡No puede enamorarse de nadie inalcanzable, pero lo hace!!! Nada está escrito cuando se trata de amor…

El sol se sabe impenetrable, sin embargo a veces llora y todos lo saben porque miran hacia arriba y dicen ¡¡¡Llueve con sol!!!

Pero de inmediato se repone y recobra la esperanza de poder realizar la entrevista que ha pedido desde hace mucho con el Hacedor del universo.

Ustedes se preguntan cuál es el problema que aqueja al sol. Es el mismo que hace sufrir a los enamorados cuando lo están de un amor imposible…

El Sol se ha enamorado de una de las tres Marías. La del centro y le ha sucedido una sola vez que tuvo el honor de besarla en el firmamento…

“Dicen que ella se ha retrasado durante la noche observando cómo unos niños la miran junto a sus hermanas, las otras dos Marías.
Pero es muy distraída y haciéndole guiños a un niño que llora, se pone a la vista del sol que asoma tenue sobre el horizonte.
El sol la ve y queda prendado, más que enamorado y sus rayos desde ese día alumbran como que nunca; queman en verano…
Ella cuando mira a sus costados, observa que está sola y un rayo de luz la encandila. Decide quedarse inmóvil hasta ver qué sucede.
Y sucede que siente tan tibio el ambiente con los rayos que la abrazan que quiere quedarse allí para siempre”

Pero inexorablemente el tiempo pasa. Se queda todo el día junto al sol, hasta la noche en que él la despide para guardarse, no antes de acompañarla a su lugar en el firmamento, junto a sus hermanas, y prometiendo que algo haría para cambiar las cosas…

Como nunca llega la entrevista con el Hacedor decide que tal vez la luna lo ayude.

La luna se ha comprado una lente prodigiosa que le facilita un rayo durante una tormenta brava de truenos y relámpagos y que nunca ha usado y piensa obtener muchas fotos cuando los amantes la miren y escriban versos bonitos sobre ella.
Ya que las nubes se lo impiden hasta ahora, promete cuanto antes tomar fotos de María y llevárselas al Sol cada madrugada, apenas asome el primer rayo sobre el horizonte. Solo eso.
- ¡Antes que nada! se conformó el Sol, aunque sufría.

Tamaña realidad entre la noche y el día hace que los tiempos se presenten muy variables. Todo el mundo se queja de los cambios climáticos…

A veces llueve mucho y María se refleja en las aguas y el sol desespera por acariciarla.

En otras ocasiones un rayo de sol sobre las montañas en los eternos atardeceres, le cuenta a María que es una silueta demorada que le dice que él todavía piensa en ella.

Hasta que un buen día la luna tiene una idea…
Los tiempos de adelanto tecnológico le dicen que todo es posible…
Si Ustedes observan a la luna verán que hay una sombra dentro de su vientre majestuoso, visible solo para los que tienen sueños y creen en ellos.

Para los abuelos cuando cuentan historias de la luna a sus nietos…
Para los enamorados…

Esa sombra que todos vemos en noches de luna llena, dentro de su esfera mágica, es María, que la tiene cautiva en el foco de su lente y la refleja.

El sol sabe soñar y todos los días al amanecer busca a la luna para ver a su amada. Aunque más no sea un segundo en el que la mañana le hace cosquillas a la luz del día…

Solo hay ciertos límites para esa ensoñación, se ven solo los días de luna llena; de noche despejada y amaneceres límpidos; sin nubes, cuando las ondas magnéticas lo posibiliten y varias consignas más…

Bueno, así son las reglas a pesar de los amantes…

Y allí nace lo intangible. La magia. Los sueños. La imaginación…Todo aquello que hace posible que nos miremos en el espejo que se refleja en las aguas de los ríos; en el camino que dibuja la luna en el mar; en el rocío de las hojas de los plátanos juguetones que hacen brillar la noche, a la orilla de las lagunas ; en los ojos asombrados de un niño…
La aureola que envuelve a los cándidos e ilusos que saben prolongar la vida es el punto en dónde todo es posible.
A través de poner el alma como vehículo de construir la felicidad, sin pretender nada más ni nada menos que hacer bailar los pies cuando el viento los puede tumbar.

Cuando caminar es volar y morir es permanecer, porque sin saberlo muchos de nosotros nos parecemos al Sol y otros muchos a la Luna en afán de ayudar.
Y por sobre todo que esa lucha por alcanzar los ideales no nos aparten de deslizarnos suavemente por los andariveles sinuosos de la existencia, sin perder jamás la esperanza y hallar la dicha en las pequeñas y diminutas señales que nos da la vida, haciendo del mundo un lugar bonito…¡Muy bonito!!!

domingo, 27 de marzo de 2016

LEYENDA LA GUITARRA





LEYENDA

LA GUITARRA

Hilario no conocía más que la soledad. Y al principio no le importaba. ¿Qué podía faltarle a un gaucho joven, si tenía un rancho donde cobijarse, un caballo incansable y unas cuantas ovejas que atender? Andar por esos campos interminables que su caballo tan bien conocía, hilvanando y deshilvanando un silbido que corte el silencio del campo que se aquieta…

Así fue como comenzaron Hilario a cansarse de su soledad y las cosas a suceder. El aborrecía el silencio. Por eso buscaba el rumor del arroyo, o se entretenía escuchando el canto de los pájaros. Azuzar las ovejas, el “vamos bonito” mientras picaba con el rebenque el anca sudada del caballo, eran los pocos diálogos de su vida solitaria.

Una tarde que anunciaba lluvia, Hilario se fue a dormir, lo hizo de a ratos sobresaltado por los rayos y relámpagos, hasta que al fin se durmió profundamente. Soñó con la lluvia de voz serena y melodiosa. Cuando despertó, Hilario ya sabía: necesitaba compañera.

La tarde siguiente lo encontró a Hilario con camisa limpia, domando su pelo tieso. Llegó al pueblo y no la vio al principio, entre la gente que se juntaba frente a la pulpería.

Fue cuando dio vuelta a las casas para buscar el pozo que la escuchó cantar un aire alegre inclinada sobre el fuentón. Era la muchacha con la que había soñado, con su voz, su cara y su cuerpo, y se llamaba Rosa. El la llevó al rancho y allí se acabó su soledad. El, ahora, apuraba el regreso de su trabajo. Rosa resumía toda su felicidad.

La desgracia vino un día en que Amuray, el cacique de una tribu indígena, también se enamoró de esa criolla tan graciosa, tan amante y tan fiel. El indio esperó la oportunidad, primero quiso seducir a Rosa, inútilmente, finalmente, una tarde, un rato antes de que Hilario regresara, asaltó el rancho y se la llevó.

Hilario se extraño de que su mujer no saliera a esperarlo. Al llegar al claro el viejo silencio volvió de pronto, pero esta vez era un grito. El gaucho comprendió, no tuvo más que ver el desorden del rancho, el agua volcada en el patio y las manchas de sangre sobre la tierra. Al galope y con el corazón apretado, siguió el rastro.

La persecusión duró poco, pero la lucha fue feroz. Al ver a Rosa herida, Hilario se avalanzó sobre Amuray y con un certero puntazo de cuchillo hizo que soltara a la cautiva. A duras penas pudo sostener a la desmayada Rosa, que, antes de llegar al rancho, ya estaba muerta.

Hilario, abrazado al cadáver, llamó a su amada con el sinfín de palabras que ella le había enseñado y lloró con toda la pena mientras caía la noche.

El gaucho se quedó dormido bajo las estrellas con la cabeza sobre el cuerpo querido, sólo con el sueño llegó el alivio.

No lo despertó el alboroto de los pájaros ni el resplandor del sol, sino una música desconocida y tan cercana que parecía brotar de su propio cuerpo. Cuando tomó conciencia, llegó la pena del recuerdo y la sorpresa de ver que sus brazos ya no rodeaban el cuerpo de su compañera sino una caja de madera con forma de mujer apenas perlada por el tenue rocío del amanecer.

http://www.folkloredelnorte.com.ar/leyendas/guitarra.htm

martes, 22 de marzo de 2016

"HAY UN POETA EN TI"

lunes, 21 de marzo de 2016

EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS completa español HD

Hay cosas y QUISIERA...

jueves, 17 de marzo de 2016

MI OMA POLACA





MI OMA POLACA
Publicado el 9 marzo, 2016 por amparorules
MI OMA POLACA

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA

SI VIVIÓ EN ARGENTINA, siempre habrá una Oma en su corazón…



Con motivo de ejercer la docencia en escuelas rurales tuve la oportunidad de conocer a la OMA.

Otras veces he escrito sobre ella. He marcado cómo la política quería comprar su voto.

Pero hoy quiero presentarla desde otro ángulo.

Es insoslayable verla en estancos separados aunque ella es un todo.

Cada visión de su persona presenta a una MUJER con todas las letras.

Ella era y es (y digo es porque tal vez todavía viva) una mujer completa. Ruda, esbelta y bella.

Espero de corazón que sus zapatos gastados la lleven todavía por el campo con sus perros y su fusta. Fusta que usa para dirigir y escarbar, no para pegar.

Toda ella es un canto a la vida. Cada jirón recosido de su ropa mil veces usada, habla de aquello de que no se dice y cuenta “Ser pobre no quita asomar también limpio y puro”

Así como la imagina un pintor realista, es.

Sencilla en el vestir y en los modos. Sus gestos parecen alas que se anteponen a la palabra dicha.

Con medias gruesas y pollera larga cubierta con un delantal que oficia de escudo de trabajo, sombrero de paja viejo y blusa blanca amarillenta ajada por los años. En invierno una campera azul moderna que seguro alguien le ha regalado, también de mucho uso. Como que la campera marca el contraste a la perfección.



Piel quemada por el sol, digamos más bien rojiza, seguramente muy blanca debajo de sus atuendos, fácil de imaginar porque su origen polaco la delata.

Manos y rostro arrugados, piel de pómulos que jamás conocieron una crema y manos cuyo más suave contacto debe ser el apretón de los que la quieren.

Muy callada, pero cuando habla truena el escarmiento: Ej.” Yo no voto” “No preciso colchones ni regalos” “Lo que necesito, me lo trabajo y lo compro” Con una voz entremezclada de palabras encontradas en el cofre de la herencia y las huellas perdidas entre otros sonidos del camino.



Ella le llama trabajo y bien duro a sembrar y luego vender lo que se puede.

A criar gallinas. A ordeñar su vaca luego que el ternerito mama. Vaquita flaca cuyo vecino lleva a divertirse de vez en cuando.

Nadie entra jamás a su casa. Es un ranchito prolijo. Alrededor, de tierra siempre bien barrida y de cacharros colgando de sus paredes grises, macetones con aire de verde esplendor y sus gallinas, patos, perros, rodeándolo todo.

Diría que todas las mañanas el sol desayuna con ella y a la vez seca su ropa sin perfumes, colgada en el cerco de alambre.

El reflejo alumbra su pava negra y calienta las tortas fritas o el pan casero.

El rocío de la noche se eleva por sobre las hojas que brillan.

Un viejo ombú reclama un poco de caricias.

Allí pensativa va hilvanando las acciones del día y sus animales la rodean; les tira migas y las gallinas le cuentan muy alegres cuántos huevos van a poner.

El benteveo le anuncia visita y ella lo echa…¡Nada de visitas!

La tarde no duerme jamás la siesta en su entorno, sino que la acompaña a campo traviesa a buscar algo que bien no se sabe qué…Tal vez algún yuyo que cura. Por ejemplo carqueja o uña de gato. También leña y agua fresca (que comparte) del molino del vecino.

Una vez por semana va a comprar azúcar, yerba, arroz y fósforos.

Todos compran con vales. Ella no, ella lleva sus moneditas “Los peones del sembradío compran con papelitos, dice”

Quien se acercara sigilosamente la vería hablando con los pájaros.

La vería retar al viento que sopla su pollera.

La escucharía pedir silencio a la chancha que espera las sobras de su almuerzo, las cáscaras de papa y lo verde de lo poco que tira, ya que es austera en demasía, producto de tanta carencia y sufrimiento.

La vería tirando el agua de su palangana y secar su cabeza.

La vería hacerse una trenza y levantar su pelo entrecano, si necesidad de espejos ni peines.

La OMA no tiene edad, a pesar de lo que dice la canción. Yo diría que la OMA es una niña que ha crecido de golpe, pero conserva la ternura, le magia de vivir en libertad. Creo que la Oma es más libre que las palomas que se le acercan cuando está sentada en su viejo banco.

Hay dos bancos, pero ella se sienta en el que era de su compañero, al que pocos conocieron porque lo pierde a unos meses de su llegada.

Nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene la Oma, seguramente llega en algún grupo de mujeres que traen para trabajar en las haciendas de entonces…

Seguramente un hombre que la ama la rescata y llega a la provincia de Buenos Aires con su atadito de ropa. Tal vez un camión los trae a los dos escapando de ¡vaya uno a saber qué!

Y empiezan una vida nueva, sin nada. Una vida que ella sabe hacer llevadera.

Vive con el recuerdo de su amor lejano y venturoso y le habla en sus silencios, haciendo como que está allí, sentado al lado suyo. En el banquito que ella le brinda cada vez que viene en sueños a tomar un mate. Mate que aprendieron a gustar en estas tierras.

El está en el mismo banco que era suyo cuando le rezongaba por no compartir un pucho.

La OMA no fuma. La oma canta cuando él rezonga. La OMA nunca lo llora porque habla con su sombra todos los días. La OMA nunca pudo ser madre y acuna a su gato blanco.

Hay seres maravillosos que son como ángeles que se visten de humanos. Pero no lo son. Están ahí por la magia del tiempo que les da un trocito de felicidad para quitárselos luego y ellos tienen que armarse la vida con sus propios sueños y atarla a sus pies para que vayan sembrando el día a día y preparando la muerte.

AMPARO.ES 09-03-2016 Derechos Reservados de Autor

TANTO VA EL CÁNTARO A LA FUENTE QUE…




TANTO VA EL CÁNTARO A LA FUENTE QUE…
Publicado el 11 marzo, 2016 por amparorules
TANTO VA EL CÁNTARO A LA FUENTE…

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA



El ave sigue a la mañana corriendo al sol. A veces canta meciendo la rama. A la postre siempre se encuentra persiguiendo a su pareja.



Ésta, una y otra vez hace que escapa, pero en realidad lo espera.



El ave macho arrastra ya sus alas algo cansadas y por momentos desiste.



Cada vez que la niña llena su cántaro escucha la melodía de su canto.

El ave perece estar esperándola, y ella comienza a observar al pájaro.

Muchas veces y más de dos, ella le sonríe y sigue su camino…



“Un claro misterio los une y un determinado tiempo los envuelve. Ella con su cántaro y el ave con su sonido gutural hacen posible la escena perfecta.





Sin embargo no es lo normal. Es como un sueño pintado por el artista. Aquel que a pesar de poseer la verdad, se inventa la escena de su cuadro perfecto.

La realidad viva en el pensamiento del artista tiene otras connotaciones que el ojo humano común no distingue.



A veces el ave prefiere ubicarse en el cuadro del artista.

Prefiere olvidar todo y oficiar por momentos de poeta, o de ángel, o tal vez de fantasma, de ave herida, de diablo, de cóndor o águila o simplemente de lo que es: un pájaro bello, sencillo, cantor, de plumaje gris y vuelo natural, sin aspavientos, sin llamar la atención.



Le agrada a la joven visitar el pozo en busca de agua y lleva su cántaro con alegría, pero un día se detiene, se sienta a orillas del camino e intenta hablar con el pájaro.

Se desilusiona un poco porque el pájaro es de poco hablar. Nada le cuenta de sus vuelos y andanzas. Sin embargo ella se apoya en el artista y sueña como él, siempre sabrá interpretar al pájaro…



Y así día tras día ambos se complementan. Se esperan. Cantan juntos y se acompañan.



Cuando ella decide irse él la acompaña. Ella le habla de su misión diaria llevando el cántaro rebalsando agua fresca. Él casi no le cuenta de la suya. Basta con su presencia en vuelo, piensa.



Una mañana llega y el ave no está. Se desespera pensando que algo debe pasarle.

Sin embargo su corazón está tranquilo. Confía en sus presentimientos. Igualmente con silbidos lo llama una y otra vez.



Un día al fin el ave le contesta. Ella es tan feliz que se le borra todo atisbo de señalar el hecho como algo que anuncia el despegue de su amistad.



Quiere abrazar al ave y abrirle la palma de su mano para que se pose en ella. Pero le oye y no lo ve. Algo así como que se ha vuelto invisible…



Acepta el hecho por aquello de que es preferible no verlo a perderlo definitivamente.



Pero comienza a suceder algo extraño. Cuando hay tormenta él aparece y puede verlo.



Con lluvia, rayos o ventisca ella no deja de acudir al pozo con su cántaro para verlo o al menos sentirlo cerca…



El solo hecho de haber desaparecido un tiempo sin que ella ni siquiera lo adivinara, hizo que siempre viviera con el temor de llegar y no encontrarlo…

Verdaderamente ella siente que el ave es su amigo para siempre…Una luz en su vida solitaria de apariencia medianamente normal y que podría durar siempre…



Pero “Siempre” no existe cuando los imponderables fluyen.



Un día la joven rompe su cántaro sin querer y ya no tiene motivos para volver al pozo.

Igual lo hace, sobre todo los días de lluvia.

Y descubre que al ave ya no le interesa su presencia si no tiene el cántaro…Es como que la desconoce…

Asombrada silba de mil maneras. A veces el ave sigue su vuelo de paso y apenas saluda, con sus alas cansadas.



Y ella descubre que los pájaros son inconstantes. Que son muy libres. Que tienen los mismos hábitos por un tiempo, pero que luego los cambian y viven solo cada momento.



Que hacerse amiga de un pájaro significaba verlo en vuelo y que a ella no le basta la imaginación para hacerlo retornar…

Pero como la lucha que se abandona es la que se pierde, decide convertirse en pájaro…



Regresa a casa y le anuncian que le han comprado un cántaro nuevo y debe cumplir con sus obligaciones e ir al pozo nuevamente.

Vuelve a vestirse de joven moza. Pero luego,por las madrugadas, se transforma en pájaro sin que nadie lo note. Su vida es eso, un vestido de plumaje por momentos y un bello atuendo de joven llevando su cántaro, casi siempre.



Claro que cumple con sus ocupaciones y transporta el cántaro con gracia, va y viene por el sendero pero sus sueños permanecen latentes; sabe que nunca conocerá a un ave como aquella y en el fondo desea volver a encontrarla. Sobre todo porque le queda la íntima tristeza de no poder volar como las aves aunque se vista de plumaje y anhelos…



Sabe que le quedan dos caminos. Sabe que uno de ellos es el conveniente. Pero nunca deja de mirar al cielo cuando regresa con su cántaro cantando la bella melodía…

Puede que el ave se confunda alguna vez y pase por allí.



Por mucho tiempo ella espera al ave lejos de su morada, con su cántaro.

Y en vuelo rasante por los campos la viste de pájaro

Y en su casa todos preguntan por ella si no ha regresado…



Ella ya no está, no la esperen, porque el ave y el artista al tocar su corazón la convierten en hada y las hadas no tienen domicilio…

AMPARO.ES 11-03-2016 Derechos Reservados de Autor

GURISITO NORTEÑO




GURISITO NORTEÑO
Publicado el 14 marzo, 2016 por amparorules
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA

Jujeñito, salteño, chaqueñito, formoseño…

Hoy he visto a la puna en un sueño…

El norte argentino es un sueño de niño que pide por su madre…



¡¡¡Tanta belleza de imponderable destino!!!

Belleza del alma y belleza de paisajes maravillosos, cuna del hombre que nunca se rinde.

Tambores que hacen eco en la montaña y cantan las piedras



Tantos dioses que cuidan de ese mundo increíble, tan único que no hay poeta que le diga de crueldades, porque los poetas saben de los misterios de los ángeles que habitan allí.



Tantos duendes que juegan entre sus montañas y las pintan de todos los colores…



Tanto cielo para tanto niño que mira sus estrellas…gurisitos llenos de risas y estruendo de carcajadas simulando al cruel imaginario que anda de noche para asustarlos.



El imaginario es el complemento a tantos interrogantes que se presentan en sus sueños montados en el rayo de luna que se cuela por las aberturas de sus cuartos de adobe. Sus pensamientos bellos están plagados de sueños bonitos, de juguetes con formas de piña y de tortas de chocolates…de bombones de mieses tan ricas que buscan sus bocas para cantarle a la vida…



Tanto sol que se quiere colar por sus sombreritos arrugados y bajan a los cachetes coloreando sus abultadas lunas carentes de pellizcos y caricias.



Manitos pequeñas que venden sus dulces al lado de los trenes.

Y los pasajeros que miran curiosos sus pantalones roídos, fotografiándolos en curiosas posturas: una de ellas (mostrando los dientecitos de la sonrisa amable) otra: la imagen que se llevan para mostrarlos como paisaje cuando ellos caminan con un bolsito tejido al hombro mientras juegan a patear las piedras…



Dicen que los ángeles viven muy cerca y cuida de sus pancitas; los protegen de los bichos malditos y les dan leche de cabra cuando silban sus entrañas de hambre.



Una ramita es la amiga inseparable, la que les quita el miedo y la que hurgando encuentra los nidos y huevitos de las aves, aparta los cardos pequeños y señorea a los perros flacos.



Bultitos de muchos colores abrazados por sus abrigos, tejidos por sus madres, se ven llegar de lejos a la escuelita de frontera.



Sus pasos pequeños pero firmes hacen que siempre lleguen por más lejos que sea…

No todos caminan, no todos siembran la mañana de infinitas almas al desnudo.

Algunos llegan en sus mulas cargadas de buenas nuevas “Hoy llegamos primero”



También ríen y cantan. Imitan a los pájaros y estos saludan en medio de la tierra, en medio de la nada para quienes no comprendemos…



Y llegan. Ellos saben que allí habrá calor de leña, sabor de mate cocido y una historia bonita que escuchar.



Sus mulas los llevan de a dos y tres, a veces.



Sus útiles son pocos pero muy apreciados. Nada es mejor que amar lo poquito que se tiene.

Ellos no saben de desperdicio. Nada tienen para tirar o malgastar.

Ellos son una fruta madura que nadie ha pelado, pero resisten, lucen su color y se muestran felices, y seguramente lo son.



Solo el pordiosero anhela lo que alguna vez tuvo.

Los ojos negros y los pelos chuzos son la maravilla de la vida jugando a los muñecos que no se apartan jamás del recuerdo de un alma noble que pudo apreciarlos con dignidad.

Los gurisitos norteños solo saben de ese mundo en el que van creciendo, con experiencias de vida que quizá muchos niños no tengan ni tendrán nunca.



Experiencia que los acerca a Dios y les dice desde muy adentro “nadie podrá con ustedes” porque las montañas les hablan, los ríos los bañan, las cabras los alimentan, los duendes les cuentan historias y cada vez que llueve saben que son las lágrimas de Dios por algún pecado cometido por los hombres malos…

AMPARO.ES 14-03-2016 Derechos Reservados de Autor

ES MI VIEJO



- JOSÉ ESTÉVEZ MARTÍN

ES MI VIEJO…
Publicado el 15 marzo, 2016 por amparorules

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA


Un hombre tan lleno de esperanza y vidas pasadas que avanza en la vida llevando a cuestas los sueños, los trabajos, las caídas y caminando junto a él sus hijos, a sus padres, a sus amores, tal vez a sí mismo más que a nadie.

Como árbol que intenta caminar sabiendo que sus raíces lo atan, pero igual cumple sus funciones. Saca sus ramas repletas de hojas y las pierde cuando su ciclo se lo demanda. Le llega el otoño y se guarda para renacer cada noche en zumos internos y sabia, prolongando la vida.

Un hombre proyecta su camino más allá de sí mismo y un día despierta y está solo, la vida es muy corta y piensa: ¡Me queda tanto por hacer!

Como los caminos después de la lluvia, sigue la senda constante; pise quien los pise el sol seca la tierra para volver a marcar las huellas.

Ya no sabe qué hacer con sus manos que aprisionan su bastón y cuánto se le cruza.

Como pichón que se cae del nido se yergue disimulando su poca estabilidad.

Ya no sabe qué hacer con sus brazos que otrora fueron fuertes y sanos.

Imagina sostener al hijo en brazos aquel día en que se tumbó del triciclo.

Ya no sabe qué hacer con su tiempo de sobra y sus huesos repletos de esfuerzos…

Detesta las horas, solo acepta las campanas de alguna iglesia cercana que le trae nostalgia de tiempos pasados

Un hombre siembra mucho y tal vez cosecha poco. Espera más de la vida; cuando logra afianzar los pies en la tierra y pierde el miedo, de pronto debe empezar de nuevo o bien quedarse a disfrutar de los pocos logros y compartirlos.

Ahí y solo ahí se acuerda de sus hobbies, pero ya no sabe cómo volver a ellos y si lo intenta es un hombre feliz.

Un hombre viejo no quiere morir. Un hombre joven ni piensa en morir.

Ese final acecha en cada desilusión, en cada disgusto, en cada momento de la vida en donde el corazón pena…

Un hombre no quiere sentirse de más en todas partes cuando ya sus actividades han cesado.

Como el Principito domesticado , se siente apreciado y orgulloso que le pidan consejo.

Un hombre a veces no duerme pensando en cómo resolverán los problemas sus hijos.Los hijos se trenzan al alma de un padre para siempre.

Un hombre es feliz cuando extiende su mano, puede ayudar y sentirse útil.Tal cual la lluvia cuando las flores amanecen lozanas a la mañana.

Un hombre sabe que su memoria lo ha abandonado un poco, pero no así en los bellos recuerdos del pasado.

Sonríe y llora por todo cuanto haga vibrar los sentimientos y al igual un payaso hace las morisquetas y travesuras que nunca hizo para completar el sueño.

Entonces un hombre solo busca compañía para poder hablar. Busca que lo escuchen. Que le digan que hizo bien las cosas, porque para reproches se basta a sí mismo.

Un hombre se ve de pronto que le dicen ¡CUIDADO! Que lo sostienen al caminar y lo agradece, pero quisiera volver a ser el que fue…ese al que no le importan las horas, con motivos para festejar…

Un hombre sabe de amor, pero a veces ya no tiene a su pareja y no sabe amar de nuevo. Solo la caricia de una mujer que lo entienda podría hacer nacer en él la voluntad de su viril sosiego.

Como potro desbocado corre tras los recuerdos de eróticas noches pasadas y descubre que vivió mucho en los brazos de mujeres amantes y apasionadas.

Un hombre sabe que cuando empieza a vivir la vida de los demás se va despidiendo de la suya un poco…

Un hombre es belleza de surcos que adornan su frente. Canas benditas que dicen mucho de él y lucen orgullosas en su porte maduro.

Un hombre se da por completo cuando acaricia a sus nietos.Es para él como nacer de nuevo y una infinita ternura se apodera de su corazón queriendo perpetuarse para siempre en ellos.

Un hombre nunca dice adiós, siempre dice hasta luego cuando llega la madrugada, la oscuridad de la noche no existe, solo la maravilla de vivir a pesar de todo.



Un hombre solo y mayor no entiende cuando se va la luna o aparece el sol, para él el cielo es un manto que cubre sus anhelos, sus viejos sueños, su vida sin tiempo.

Como los niños es capaz de dormir de víspera y levantarse cuando todos duermen.

En sus sueños las imágenes no tienen tiempo, hora ni lugar establecido.

Sobre su almohada y mirando el techo, por momentos, cierra sus ojos y ve a una mujer vestida de novia.

O tal vez la presencia de una mujer callada compartiendo un día de pesca.

Tal vez una mujer a su lado leyendo junto a él en una tarde de lluvia.

O una chimenea ardiendo al compás de sus noches de amante.

O tal vez puede sentir un beso que quedó grabado en sus labios y nombrar a una mujer inolvidable…

Le parece oír el ruido de platos y cacerolas.

A veces huele a salsa o carne asada.

A veces necesita comer caramelos para conciliar el sueño.

Un hombre habla solo, cuando se pone grande y pasea por el jardín.

Habla con su mascota. Habla rezongando por la política.

Quizá habla con las presencias de su vida que le recuerdan una mano suave que lo acaricia.

A un hombre se le humedecen los ojos recordando a su madre.

Se le angustia el corazón recordando a su padre tratando de ganarle en un juego.

Lagrimea cuando lo recuerda vencido por alguna enfermedad caminando despacio, tirando de la vida y se ve reflejado…

Un hombre siempre necesita a una mujer. Una ternura que le acompañe. Un sostén para la tormenta que amenaza sus años de decadencia física pero de espíritu grande y presumido.

Un hombre mayor necesita amor de familia. Amor de mujer.

No hay nada más triste que un hombre que transcurre sus días en un geriátrico.

Que pierde su libertad justo cuando más la necesita. Cuando tiene que disfrutar de sus últimos años en paz.

Un hombre grande es reflejo de lo que pudo ser en la vida. Respetar sus vivencias y amarlo es parte de creer en nosotros mismos y desearnos un futuro digno de ser vivido hasta el final.

AMPARO.ES Derechos Reservados de Autor

CARPE DIEM




COSECHA EL DÍA

Carpe diem





Qué espera quien siembra? Que la lluvia sea suficiente, porque si es abundante en demasía pudre la cosecha…



Qué espera el jardinero cuando poda, transplanta y riega? Observar armonía y belleza natural…



Qué espera una madre cuando da a luz? Apretar entre sus brazos al pedazo de sí que se lanza a la vida…



Qué espera un padre cuando ve crecer a su hijo? Entre muchas otras cosas que sea un hombre feliz…



Qué espera un niño de sus padres? Que lo abracen, lo cuiden, le lean cuentos, le canten, lo escuchen y percibir que es amado…



Qué espera un anciano? Que el entorno, la vida que va pasando, los cuidados y su amor por las cosas buenas que hubo obtenido a través de sus acciones, hoy le proporcionen felicidad, le otorguen paz y nunca lo haga sentir vencido.



Qué espera un soldado cuando sale al campo de batalla…Saber porqué y por quienes está luchando…



Qué espera un maestro? Espera lucidez para poder transmitir la verdad, interés por el conocimiento, promover el amor por los valores éticos y morales, humildad ante la ciencia y respeto por la diversidad.



Qué espera un misionero en medio de la pobreza, la marginalidad, los avatares profundos de la utilización del hombre por el hombre…Espera dar consuelo, curar heridas del alma, buscar y encontrar un motivo de infundir un permanente ideal de lucha y darles los brazos para sobrevivir haciendo que no se sientan solos para entender que pueden lograr salir aunque ello les cueste toda una vida…



CARPE DIEM…La cosecha del día nos dará los frutos, porque un día perdido no existe, cada segundo cuenta y si logras SER el humano que está en tu naturaleza, repleto de virtudes, los errores cuentan como experiencia y los frutos de la cosecha ya habrán sido regados con la sabia de las semillas que habrás desparramado, con equilibrio, con voluntad y sin abandonar la senda, para encontrar y compartir la vida…

AMPARO.ES 03-03-2016 Derechos Reservados de Autor

MI QUIJOTE tal vez no sea…




MI QUIJOTE tal vez no sea…
Publicado el 17 marzo, 2016 por amparorules
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA


¡¡¡Cómo yo lo veo!!!

EL JUGLAR DE LAS UTOPÍAS

He tenido la necesidad de hablar de este maravilloso libro. Pido disculpas por mis interpretaciones si no coinciden con la suyas. Es natural, el quijote nació para hacernos pensar…



Quién puede afirmar o no que el Quijote es una contradicción, o un sueño imposible, o un espíritu que se expresa a través de la pluma de Cervantes…



Quién puede decir que los caballeros de entonces intentaban soñar, llorar y quizá irónicos como Él.



Quién puede dudar que un caballero andante no pueda enamorarse para siempre.



¿En cuánto se parece el hidalgo a cada hombre sobre la tierra?



Tal vez sea por eso que todo aquello que parece rechazarse, tiene una atracción indiscutible.



Y creo que Cervantes quiere, tal vez sin saberlo, poner de manifiesto que es posible reírse del alma humana y hacerlo con la carcajada que cada uno desee.



Hablar de siglos, en apariencia olvidados, es muy difícil. Pero rescatarlos en los tiempos y hacerlos vigente, mucho más aún…



Ser un soldado le permite al personaje accionar a su libre antojo. Un soldado sufre, lucha, ama, mata y a menudo se culpa…



A pesar de que El QUIJOTE es de España, mejor dicho “era de España” ya que ahora tomó la ciudadanía universal y es tan simple su historia que ella es propia, acción y parte de cualquier hombre en el mundo.



Un hidalgo puede ser hombre, amante, obrero, monje, pero algo es muy cierto, para ser aventurero y valiente lo mejor es ser guerrero; al menos para luchar por los principios que se creen valores; al menos para hacer evidente que los dúos (él y Sancho Panza) son necesarios y se dan con elementos que se contradicen o bien se complementan.



Creo que el idioma complaciente que emplea es la protesta, lisa y llana, y se evidencia a cada paso a lo largo de su lectura.

Allí en donde hay dos hombres, puede haber un conflicto.



Pero en donde actúan dos hombres puede pasar que peleen, que se midan. Que se soporten o se sientan amigos.

Pero hay un principio que creo se respeta,la gloria de gana. Se discute por lo bajo y se acciona con grandilocuencia.

Se avienen las pasiones humanas como una contienda, a veces como puesta en ridículo, el encuentro resulta de fatales consecuencias o de halagos de victoria, siempre de colores blanco o negro, nunca grises…



El buen humor o la ironía y el guerrero están siempre presentes, no solo en algunos de las voces en palabras, sino en el insinuante movimiento del accionar, que no tiene tiempo para rebelarse consciente, sino que enfrenta…



El amor correspondido es demasiado fácil si se planteara simple.

Es mejor que traiga desvelos, rechazos e imposibles de flanquear en un mundo de ficción como el que plantea el Quijote, con visos de tragedia, irreal, personal, que prima en su modo de vivir la aventura, conjugando lo posible e imposible en los desplantes que le provoca su enamoramiento por DULCINEA.



¿Es el desencanto un perfil natural del autor, reflejo de la cárcel que sufre ?



Puede ser, pero creo que una vez que Cervantes comienza a escribir se separa del mundo real. De su propio mundo triste y solitario, que es soportable solo por el hecho de poder escribirlo.



Cada lector sobre la tierra trata de leer esta obra completa, sin embargo no es sencillo interpretarla rápido, de una vez.

Hay que hacerlo varias veces y en cada descubrimiento más de una vez nos parece que nunca la leímos…

Por eso tiene vigencia, creo yo, y por muchas otras razones que cada lector se explica, si puede.



Porque plantea la posibilidad de trasladarla a cada uno como si fuésemos seres de todos los tiempos…y en el resultado, sí lo somos.



Cuando observamos un desfile militar ¡No nos parecen ridículos ciertos escudos, armas, pasos, gritos de mando, paso unificado, como un querer imponer emblemas por sobre las ideas?

En el libro se plantea la idea ridícula, en forma de locura que una acción tiene cuando se intenta llevarla a cabo a partir de cada uno, sin pensarla previamente, respondiendo a parámetros personales que nunca , ni por asomo, se intenta poner al análisis de nadie.

Y eso se parece mucho a la libertad interior, la que no necesita aprobación sino el ponerla en práctica ya, porque al final a quien perjudica es al que la lleva a cabo…

DON QUIJOTE tiene la visión de la ternura que subyace por sobre los sentidos.



Cree y acciona aunque se pegue y caiga de bruces en el suelo.

Monta y sigue. Le asombran los molinos porque obedecen al viento y no a los hombres.



Y como buen caballero piensa que deben morir todos los que no obedecen a su impronta, sin embargo a la vez pone de manifiesto su locura que hace evidente como el ser es del creador y todos los hombres son máquinas si no tienen corazón ni sentimientos. Mira a los molinos como máquinas, a la postre…



Cambia su visión de los molinos y los ve con apariencia de gigantes y sabe que lo pueden vencer fácilmente y pelea con ellos y de dice una o otra vez…”Puedo- Debo-Arremeto y tal vez lo logre”



No hay accionar que no obedezca a un sentimiento de poner todo en su lugar, pero no sabe hacerlo sin recurrir a la fuerza de su lenguaje y a la naturalidad de sus acciones emanadas del libre albedrío de su alma…



De sus vozarrones que viajan a través del eco que provoca su transcurrir por los caminos, tan diferentes unos de otros y tan iguales siempre…



Cada lector piensa que la locura del Caballero andante y su personaje es inútil, en cuanto y en tanto no lo define interiormente, pero descubre en su caminar por el libro que en lo utópico está el secreto de la vida y no responde a una sola verdad.

Los sentimientos humanos bailan el juego del distraído, pero jamás dejan de luchar por lo que sienten muy profundamente…



Hay una segunda parte en la que él tiene que justificar su duelo permanente con el universo…



EN SU SEGUNDA PARTE:

No escucha las imposiciones de la realidad. Nunca renuncia a su amor, pero pide la muerte, vencido, al mismo tiempo que no deja de soñar…





DEJA DE SER UN ANDANTE Y VUELVE A SU ALDEA.

Quiere ser cuerdo y lo busca camino a su casa, en su pueblo y espera una buena muerte, una muerte que cree merece por su lucha…



Don Quijote se rinde…y no lo hace porque se rinde internamente, sino porque emula a los hombres que cuando miran hacia atrás, muchas cuestiones modificarían y muchas otras no quieren olvidar porque los hace eternos y valiosos.

Aves surcando el cielo hacia la muerte, pero dejando una estela de magnífica luz e inocencia que no escapa a quien lo lee con interés y sabia inteligencia.



Una muerte que en apariencia lo vence, pero interiormente lo hace entrar por la puerta grande de todas las almas que han intentado ponerse a la par de sus sentimientos y sensaciones humanas.



AMPARO.ES 17-03-2016 Derechos Reservados de Autor

MI SILENCIO, TÚ

ES MI PADRE

lunes, 7 de marzo de 2016

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viernes, 4 de marzo de 2016

ELLA Y VIVALDI





Ella y VIVALDI…

Los pies levantan vuelo. El alma se trasporta hacia el infinito, jugando, saltando, vibrando…

De pronto ella se detiene como si un duende misterioso le hiciese señas.

Baja el murmullo de sus pies al pasar sobre lo verde. El agua pasa y no se detiene. Las flores se yerguen como escuchando.

Desciende despacito y posa su humanidad sobre la hierba. Cruza sus piernas como buda y le parece escuchar un secreto que le hace cosquillas en el oído; cierra sus ojos, cubre su cara y le parece que alguien acaricia su pelo.

Queda como hipnotizada. La música parece escucharse a lo lejos, pero nunca se pierde…Acompaña la suavidad de la brisa.



De pronto todo cesa para comenzar de nuevo algo más nítido y sonoro. Toma su cabeza y la caricia ha desaparecido. Seguramente se puso celosa por observar que ella nunca deja de oír la sublime música que viene por entre los árboles, se instala en su corazón y allí se queda…

Se recuesta en el suave colchón de hojas y sueña despierta…

Airosa como pavoneándose un ave quiere participar…Y lo hace. Lo logra.



El ave le habla de amor al oído y le explica que nunca sale por ahí a contar sus secretos, pero en esta oportunidad está en brazos de la magia y va enamorarse de ella…

Quiere abrir sus ojos emocionada, pero algo se lo impide. Son unos labios suaves que se posan en su boca, pero no le permiten mirar. Espera acatando el mandato divino

¿Puede la música obtener del alma tanta realidad envuelta en magia?



La música parece caminar ligerito y contestarle.

Sonríe. ¡Ya no más esta tratando de despertarme! No lo logra porque los sueños y la música son pareja ahora.

Aman y desparraman su amor por el mundo. ¡Qué poco importan sus pasos al lado de tanta maravilla!

Miles de sonidos parecen sonreír y escapar.

Intenta tomarlos para retenerlos pero el sol le acaba de dar en la cara y la ciega. No puede escuchar porque el sonido se ha bajado de manera imprevista. Lo da por terminado, se incorpora como queriendo perpetuar el momento.

Sin embargo la música no se ha ido…

Vive en el corazón de la mujer que supo atesorarla en los sueños. Cada segundo es diferente al otro porque las almas solo le asoman a quien sabe evocarlas y solamente con la música de los dioses.

Desde ese día y todos los siguientes ella nunca más está sola porque una melodía magnífica de sonidos celestiales, bajos y altos, de negros y blancos, de asombro y certeza, de vida mas allá de la muerte la llevan de la mano de sus utopías que marcan el ritmo con llanto, sonrisas y corcheas.

Si la música habla y se escucha es porque los sonidos tienen el poder de reinar en la naturaleza.

Detrás de un sonido, de una melodía, hay un alma que interpreta, un ángel que guía y un infinito que se manifiesta.



Cuando me llegue el instante de la muerte mi último sueño sería escuchar los sonidos que fluyen de las manos maravillosas de intérpretes como VIVALDI y así saber que el cielo me está esperando.

Cuando me llegue el instante de la muerte habrá también un recuerdo, una ternura, una palabra y un te quiero que me dirán adiós…

AMPARO.ES 04/03/2016 Derechos Reservados de Autor (Amparo Estévez Saviza)

COSECHA EL DÍA Carpe diem






COSECHA EL DÍA

Carpe diem




Qué espera quien siembra? Que la lluvia sea suficiente, porque si es abundante en demasía pudre la cosecha…



Qué espera el jardinero cuando poda, trasplanta y riega? Observar armonía y belleza natural…



Qué espera una madre cuando da a luz? Apretar entre sus brazos al pedazo de sí que se lanza a la vida…



Qué espera un padre cuando ve crecer a su hijo? Entre muchas otras cosas que sea un hombre feliz…



Qué espera un niño de sus padres? Que lo abracen, lo cuiden, le lean cuentos, le canten, lo escuchen y percibir que es amado…



Qué espera un anciano? Que el entorno, la vida que va pasando, los cuidados y su amor por las cosas buenas que hubo obtenido a través de sus acciones, hoy le proporcionen felicidad, le otorguen paz y nunca lo haga sentir vencido.



Qué espera un soldado cuando sale al campo de batalla…Saber porqué y por quienes está luchando…



Qué espera un maestro? Espera lucidez para poder transmitir la verdad, interés por el conocimiento, promover el amor por los valores éticos y morales, humildad ante la ciencia y respeto por la diversidad.



Qué espera un misionero en medio de la pobreza, la marginalidad, los avatares profundos de la utilización del hombre por el hombre…Espera dar consuelo, curar heridas del alma, buscar y encontrar un motivo de infundir un permanente ideal de lucha y darles los brazos para sobrevivir haciendo que no se sientan solos para entender que pueden lograr salir aunque ello les cueste toda una vida…



CARPE DIEM…La cosecha del día nos dará los frutos, porque un día perdido no existe, cada segundo cuenta y si logras SER el humano que está en tu naturaleza, repleto de virtudes, los errores cuentan como experiencia y los frutos de la cosecha ya habrán sido regados con la sabia de las semillas que habrás desparramado, con equilibrio, con voluntad y sin abandonar la senda, para encontrar y compartir la vida…

AMPARO.ES 03-03-2016 Derechos Reservados de Autor