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Amparo Estévez Saviza

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Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

martes, 14 de julio de 2015

...de los amores entre PANCHO RAMIREZ Y LA DELFINA - Amparo Estévez Saviza




...de los amores entre PANCHO RAMIREZ Y LA DELFINA
A MENUDO vemos en las biografías de héroes y caudillos historias como éstas.
Es que el hombre y la mujer cuando aman de verdad no encuentran obstáculos
para materializar su amor y defenderlo pese a todo…
Claro que a veces existe un entorno que hace que se deba renunciar a ese amor.
Son contadas las situaciones que se presentan para un renuncio formal. La realidad es que nunca se renuncia a vivir plenamente en total felicidad.
Hay ponderables que bifurcan los caminos pero jamás se pierde de vista al eterno amor.
Canciones, melodías diversas nos hablan permanentemente de amores renunciados.
A veces conocemos personas que van de rama en rama y solemos decir: “Aun no encuentra su pareja, aquella que le da sentido a su vida”
Tal vez en aquel hombre inconquistable ya existe el amor eterno y en aquella mujer que vive sus días apacibles, de fidelidad duradera, de paz en el corazón y el alma alerta cuidando su amor, también existe la verdad de un amor completo, definitivo y real.
Para concebir esto hay que creer en el amor. En el amor que se manifiesta un día, sin haberlo pedido ni esperado. Generalmente sorprende. Es tan perfecto que no se define de inmediato y se hace carne de a poco. Nadie puede salir de un amor así.
No hay edad para un amor definitivo. Muchos tienen la suerte de compartirlo y son fuertes en las peores batallas que la vida les presenta.
Esta clase de amor es mutuo. Si lloras por un amor no correspondido es probable que no estés ante el amor simbiótico.
Si eres humillado, maltratado, despreciado, injuriado, violentado, ninguneado, apabullado; anulando tu personalidad, tu presencia, tu ternura, tu entrega…por más que te pidan perdón debes renunciar de inmediato a esa relación. Sea hombre o mujer, todo individuo tiene el derecho de no ser vulnerado como persona.
Este tipo de amor en realidad no lo es, al menos de una de las dos partes, es enfermo y casual. Apártate de inmediato. Ámate lo suficiente para entender que existe otra clase de amor y que lo mereces.
Muchas personas tal vez se vayan de este mundo sin conocer al AMOR con mayúsculas, quizá no estaba en su destino. Pero recuerden que en cualquier momento puede llegar y los bravos se volverán mansos, los golpes caricias y en cada beso se vivirá un sueño- El sueño que todos llevamos dentro y que solo se manifiesta en las almas que saben esperar. Que no se mienten a sí mismas , se guardan para la ocasión,
no le hacen la vida imposible a nadie y en libre albedrío de la vida, encuentran la experiencia de cada paso que les advierte en dónde posar su mirada, reconocer otras historias. Aquellas que nos hacen mirar dos veces porque algo nos atrae.
Un misterioso rayo de luz nos abarca, cada día nos envuelve más y nos redescubrimos,
Y obtenemos la bendición de un AMOR que nos da PAZ y toda la felicidad que buscábamos sin saberlo…
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA - Derechos reservados de Autor/2015

EL BESO DE DIEZ MINUTOS...




EL BESO DE DIEZ MINUTOS
¿Quién puede hablar del beso de diez minutos?
¿Es un ser incompleto si no ha dado un beso de diez minutos?
Un día besa y es besado. Sólo una vez y a partir de allí vive buscado ese beso
para repetirlo. Para sentirse pleno. Para experimentar el sumo de su existencia. Puede que nunca haya dado el beso de diez minutos y los abrazos y las palabras le resulten un poco de poesía y nada más…
“Dos bocas se juntan. Los labios no tienen prisa. Primero apenas se tocan, se rozan…
Comienzan a sentirse como el viento cuando envuelve los pastos del desierto en su fuga indeterminada y una fuerza muy interna hace que no quieran retroceder. Las almas salen de sus cuerpos y se instalan en la boca. Ambas bocas se buscan, se funden y apenas se han tocado. En esa amalgama de suspiros los labios se entreabren, apenas, muy lentamente, y las lenguas se saludan tímidamente. Y el abrazo cómplice ciñe los cuerpos y olvidan lo que los rodea. Solo sus bocas que ya son una (y han pasado recién cinco minutos) saben los misterios insondables que los une… No hay pausas ni prisas porque las almas no tienen apuro. Porque nada interrumpe el instante en que un milagro se está produciendo. Y una boca se funde en la otra y el racimo de uvas dulces y deliciosas hace la fusión. Y los fluidos se mezclan y nada tiene nombre. No hay nombre terrenal para ese momento. Tan misterioso y secreto que puede provocar el orgasmo para fijar un momento final de comienzo ineludible y eterno”
Nada en el transcurso de la vida puede compararse a ese beso. Quien lo ha vivido se pasa la vida buscándolo. Quiere encontrar el alma gemela que es parte de la suya.
Y se vive rodeado de seres tristes, disconformes, solitarios, de llanto rápido, con sentires que viven en el fondo de sus almas pero que tal vez presienten y nunca llegan a conocer.
Nos rodea un mundo que sabe lo que quiere y llora por dentro buscando ese beso que un día tuvo y perdió…
Ese beso que no debe ser enseñado porque pierde espontaneidad…Está escrito en el destino y tan solo se manifiesta naturalmente.
El beso de Diez Minutos nace, no tiene inventores, tiene magia seguramente, tiene inteligencia de hecho, porque sabe buscar las almas gemelas y conectarlas, tiene paciencia porque vive los instantes precisos para lograr el sumo de la simbiosis para un éxtasis perdurable.
El beso de diez minutos deja a sus integrantes en la soledad más terrible si no lo retienen luego de disfrutarlo; si se abandonan las almas entre sí y el amor se vive como una experiencia más entre muchas que vendrán.
Los que viven en medio de un mundo ciego y mudo no encuentran a sus almas gemelas. Es una bendición que no siempre trae felicidad. Es una experiencia que explica el amor como fuente inagotable de Vida.
El beso de diez minutos jamás se repetirá con otra persona. Es magia y capricho del Amor que se hace notar para que no solamente lo llores siempre, sino para que entiendas que la vida tiene sentido y cada instante es importante. Que el derroche de las almas es implacable y vivirás engañado y engañarás a otros tan inseguros y débiles como tú.
El tiempo dice la verdad.
Cuando busques ese beso en otras bocas y muerdan tus labios, apuren tus tragos. Traten de resolver en un minuto un encuentro sexual. La lenguas se violen, sagaces, confundan un acto que debe ser de amor con alimento y mastiquen tu vida…Recién ahí seguro te preguntas si vale la pena caminar solo o hacerlo viable por el solo hecho de no soportar la soledad.
Recién ahí comienzas a buscar algo más, quizá llegue el beso de diez minutos y si lo encuentras serás dueño del mundo y de la vida que te hace haber encontrado el sentido de diferenciarte de los animales y apasionarte con tu espíritu…
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA - Derechos Reservados de Autor/2015

LA COPA DE CRISTAL Amparo Estévez Saviza




LA COPA DE CRISTAL
Amparo Estévez Saviza
A menudo, diría, todas las mañanas se sienta en un sillón (vecino a una vitrina de la casa) a leer el diario… Y le empieza a llamar la atención aquella copa de cristal que brilla más que las otras. -Esta noche beberé mi vino en esa copa-piensa-y se va a su trabajo.
-No había reparado que era especial y me merezco beber el mejor vino de mi bodega en ella…
LA COPA DE CRISTAL sabe que se diferencia de las otras por ser tan transparente…Lo que el hombre no sabe es que es él quien la vuelve de cristal cuando la mira.
¿Cuántas veces me he sentido una simple y vulgar copa? -piensa- y decide ser importante en cuanto pueda soñar con su mirada (Porque las copas también sueñan a veces)
Permanece allí, olvidada, observando cómo el hombre regresa de su trabajo cansado. Sediento. Aburrido…Y cuando se decide por su vino abre la vitrina y toma una copa. Nota que hay una que brilla y la toma a escondidas porque su mujer va a semonearlo por haber bebido en ella.
Y de vez en cuando saborea su vino y se queda mirándola. Un día la copa brillante y bonita, en un dstello mágico, tal vez tocada por un impulso, le habla…
-Si no me dices tus secretos cuando quieras bajarme del estante no dejaré que me tiñas con el brillo de tu mirada, seré una copa más y ya no sabrás cuál es la que mojó tus labios…
Él sonríe y le responde -¿Quién te crees que eres para saber mis secretos?
"A veces pienso que soy una copa vulgar, una cosa sin alma, una simple cosa del sustantivo femenino que utilizas para consuelo de tu vida. Simplemente la guardas en la vitrina y a otra cosa" Ya no me tomes como recipiente -piensa-cuando solitaria espera que llegue el hombre de la casa.
Cuando regresa a buscarla sonríe porque ella no ha cumplido con su amenaza. ¡Aún brilla su cristal.
Y se sirve su vino, repite los tragos y vuelve a buscar más vino. Luego la vuelve a guardar y hasta el otro día. A veces pasan meses y sabe que está ahí esperando sus caricias y su boca y lo único que se le ocurre es impacientarse cuando descubre sobre su sillón favorito que ella ha dejado una rosa para recordarle su copa de vino…
Una noche que estaba muy aburrido la toma, la llena de su vino favorito y le dice que quiere de ella un momento especial…La copa sonríe.
La toma e intenta decirle palabras bonitas para que brille más que de costumbre. Cada tanto bebe. Ella hace que todo va bien...
Pero se acaba el vino y él piensa (ya no debo beber) y la devuelve a la vitrina. Y además le dice que está desilusionado porque ella, en su señoríos de cristal, no sabe prolongar los saboreos del mejor vino que ha encontrado.
Cada vez que toma la copa ésta brilla más y se hace inconfundible entre las otras. Lo peor que ha tomado conciencia que esto pasa cada vez que le da cierta importancia, cada vez que la toma entendiendo que no hay copa como aquella.
Eso le incomoda. Aún le sorprende que la irreverente quiera saber de su vida. "Quién es, cómo piensa. Si ha sufrido y por qué" ¡Pero qué pretende esta cosa! si no es más que una copa. Hace preguntas estúpidas. No le basta que saboree mi delicioso vino, quiere inmiscuirse en mi vida.
Y le cuenta a su amigo JORGE y a su amiga MARIA sus anécdotas diarias con la copa…
Le preguntan por qué no toma otra y ya. Él se queda pensando…Tal vez me está gustando este jueguito- ¿Qué pierdo? Mientras no desnude mi vida…
Por más que brille no deja de ser una cosa. ¡Una copa! -dice a viva voz.
Pero un día cuando va a buscarla para beber el vino más caro del mundo, la copa no está allí…
Hace una hora que la busca y no la encuentra. Así durante días. Bebe desde ese instante en una cualquiera, total era una copa más. Se desangra de solo decirlo y se ve ridículo.
Su vino no era el de antes y así comprende que la magia vivida la inventa su mirada ¡Le había sido tan fácil bajarla de la vitrina!
No puede romper la vitrina porque sus buenas costumbres se lo impiden, pero desde ese día busca una copa diferente. Cree que va a encontrarla tarde o temprano, sin embargo la vida pasa y a la par de cada ser, suceden cosas. Cosas que no vemos pero un día se manifiestan en forma de cristales rotos…
Amparo Estévez Saviza - Derechos Reservados de autor/2015