¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!

¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!
AUTORA-AmPaRo EsTeVeZ SaViZa
Powered By Blogger

visitas del día

Vistas de página en total

Amparo Estévez Saviza

Mi foto
Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

lunes, 4 de noviembre de 2013

ESPACIO DEDICADO A LAS CARTAS A VIVA VOZ - Carta de Ana Bolena a Enrique VIII





Carta de Ana Bolena a Enrique VIII

Señor,
Corresponde solamente a la augusta mente de un gran rey, a quien la naturaleza ha dado un corazón lleno de generosidad hacia mi sexo, compensar con favores tan extraordinarios una conversación ingenua y corta con una muchacha. Inagotable como es el tesoro de generosidad de su majestad, le ruego considerar que pueda no ser suficiente para su generosidad; porque, si usted recompensa tan leve conversación por regalos tan grandes, ¿qué podrá usted hacer por los que están listos consagrar su obediencia entera a sus deseos? Cuán grandes pueden ser las obsequios que he recibido, la alegría que siento por ser amada por un rey a quien adoro, y a quien con placer sacrificaría mi corazón. Si la fortuna lo ha hecho digno de ofrecerlo, estaré infinitamente agradecida. El mandato de dama de honor de la reina me induce a pensar que su majestad tiene cierta estima por mí, y puesto que mi ocupación me da medios de verle frecuentemente, podré asegurarle por mis propios labios (lo cual haré en la primera oportunidad) que soy la más atenta y obediente sierva de su majestad, sin ninguna reserva

Ana Bolena.

Verano de 1526

ESPACIO DEDICADO A LAS CARTAS A VIVA VOZ - Te regalo un cuento, por Jorge Gonzalvo Díaz




Te regalo un cuento, por Jorge Gonzalvo Díaz

Te regalo un cuento. Podía haber sido un paseo por el parque o una canción a medio hacer. Una carta de amor, un capuccino en tu plaza favorita o un truco de magia sin ensayar apenitas. Pero no. Quería que fuera un cuento. No para después de hacer el amor ni para que nos echemos de menos. No para que suene el Adaggieto de la quinta de Mahler, ni nada por el estilo.
Te regalo un cuento para que puedas hacerlo tuyo dibujándole una narizota, para que lo compartas con tu vecina de escalera o con tu gato. Para que elijas la banda sonora que te apetece que suene de fondo mientras lo lees.
Yo tengo mis canciones para escribirte. Tu las tuyas para leerme.
Te regalo un cuento para que puedas llevarlo contigo, dobladito en el bolso, o entre las páginas de un libro de Benedetti. Para que cuando te enfades conmigo puedas estrujarlo y hacer con él una pelota de papel, arrojarlo por la ventana y mirar complacida cómo lo atropella un autobús. Para que lo fotocopies mil veces y le entregues una copia a quien más te apetezca. Para que envuelvas con él una manzana o para colgarlo en tu pared. Para que le claves alfileres los días en los que me matarías. O para apuntar encima del título el teléfono de tu banco.
Te regalo un cuento improvisado. De esos que empiezas a escribir sin pensar y que no sabes cuándo acaban. Te regalo esta noche y todas las demás. Te ofrezco mi sonrisa non stop, sin conservantes ni colorantes. Aún a riesgo de poder ser acusado de alevosía y nocturnidad, y aunque puedan encontrarse muchos más agravantes.
Te dejo abierta la ventana para que te cueles, para que me espíes ésta noche. Para que me veas sin que te vea. Para que me cuides un poco sin que yo lo sepa.
Te regalo una idea. El concepto más hermoso de complicidad, un escenario vacío en el que buscar la manera de encontrarse. Te regalo un cuento que habla de amigos y de sueños, de noches de verano pegajosas, de mí mismo mientras me imagino tu cuarto desde lo alto del cielo, antes de lanzarme en picado sobre tu almohada. De kamikazes que se estrellan en tus brazos y que no vuelven a despegar, ni falta que les hace.
Te regalo el kit completo de cariño, el maletín mágico con el que jugabas de niña a maquillar muñecas y cocinar guisos de plastilina mientras yo fabricaba dinamita con el Quimicefa.
Te regalo un cuento indeterminado sin pies ni cabeza, sin trama ni desenlace final, sin argumentos y sin actores de reparto. Sin moraleja. Y si la tiene, que sólo tú la conozcas.
Lo único que necesitas es apagar la luz, cerrar los ojos y la puerta de tu habitación, no necesariamente en ese orden. Dejar que te lea al oído, olvidarte de las facturas y del telediario. Quererme un poco más que hace cinco minutos y hacérmelo saber, de alguna manera.
Te regalo un deseo. Llenarte de unas ganas locas de reír y de que salgas corriendo en busca de una diadema bonita para el pelo. Que necesites llamarme y te encuentres pidiéndome que apague la luz, que cierre mi puerta y entonces, empieces a leer el mismo cuento que estás leyendo ahora. Y ojalá no podamos dejar de llamarnos cada noche, para contarnos el mismo cuento. Toda una vida.
Un cuento para llevarte de viaje, y para leerle a tus hijos y a los míos, a tus nietos y a mi abuela. A las calles y a los parques.
Te regalo un cuento sin papel de colores ni un "espero que te guste". Sin aplicar el IVA y sin descuento por pronto pago. Un cuento que habla de ti y de mí, que pueda leerse cualquier día del año, a cualquier hora, sea cual sea tu estado de ánimo o tu sabor favorito de helado.
Te regalo este cuento.

Carta finalista (segunda clasificada) del IV Concurso Antonio Villalba de Cartas de Amor de Escuela de Escritores.

ESPACIO DEDICADO A LAS CARTAS A VIVA VOZ - Carta de Leopoldo Lugones a "Aglaura", fragmento




Carta de Leopoldo Lugones a "Aglaura", fragmento


Nunca supe lo que era el amor hasta que te quise y aprendí en el tuyo lo que es la eternidad. Así vive el mío de llorarte lejana. Como a la estrella. Así me es inagotablemente precioso en su dolor el castigo que sufro sin reclamar, pero que no he merecido. Algún día lo sabrás mi suavidad, mi perfume. Ya te lo dice, por lo demás, la coincidencia que has notado en nuestro dulce pero triste consuelo.
Él te inspira, por otra parte, lo que llamas pésima redacción y que es siempre lo más precioso de tus cartas queridas. ¿Por qué te preocupas de eso? ¿No ves cómo yo lo echo de lado para que hable tan sólo mi corazón sin vana literatura? Y a propósito escribo chiquito para que las carillas no aumenten y la carta no arriesgue alguna violadora curiosidad con un exceso de volumen.

-Mis flores

ESPACIO DEDICADO A LAS CARTAS A VIVA VOZ - de Jack London a Ana Strunsky





Carta de Jack London a Ana Strunsky (Fragmento)


Ana querida:

¿Dije que el ser humano podría ser clasificado por categorías? Bien, y si lo hice, déjeme cuantificar: no todos los seres humanos. Usted me elude. No puedo encontrarla, no puedo entenderla. Puedo jactarme de que a nueve de diez personas, bajo circunstancias dadas, puedo pronosticar su acción; que de nueve de diez, por su palabra o acción, puedo tomar el pulso de sus corazones. Pero de la décima desespero. Está más allá de mí. Usted es la décima.
¡Estaban siempre dos almas, con los labios mudos, emparejados más incongruentemente! Podemos sentirnos en comunión -seguramente, a menudo podemos- y cuando no nos sentimos en comunión, con todo nos entendemos; pero no tenemos ninguna lengua común. Las palabras habladas no vienen a nosotros. Somos ininteligibles. Dios debe reírse de la actuación.
Mis flores

LAZOS - Diego Lopez






Diego Lopez
Nos encontró el tiempo peregrinando erráticos
y nos ofrendó los cordeles de un mismo sentir.
Nos rodeó la brisa de la esperanza que renace
y nos besó el instante que escogimos amarnos.

Nos desnudó el anhelo de las almas que buscan
sobre sendas de una mirada besando silencios.
Nos cobijo la noche sempiterna de los amantes
y nos acarició la piel en el deseo de los cuerpos.

Nos conjugó la vida el encuentro que avizora
el océano donde no naufraga… nuestro navío.
Nos esgrimió el hado nuestros anversos idos
en la tersura de lazos… hilvanando quimeras.

Título: LAZOS
Autor: Diego López (Argentina)
Imagen tomada de la red

Alondra VALEY - ASOLADA






ASOLADA

Asolada
Entristecida
Perdida en los minutos
Y en las horas inciertas
Pensativa
Preocupada
Motivada por regresos
Fenecida por ausencias
Dolida
Herida
Perdida entre la niebla
Asumiendo las caídas
Abrazada
Alcanzada
Por los tientos curvilíneos
Que me atan y despegan
Demolida
En caída
Por pendientes distraídas
Que me arrastran sin reservas
y me muestran infinitos
Que yo imploro y no llegan
Me devuelven una imagen
De promesas incumplidas
Sí, de besos y caricias
Que al final solo lastiman…
Alondra VALEY

PORQUE AHÍ ESTARÉ (México)





26/Oct/2013

No necesito firmar con mi sangre
ni hacer una promesa ante todos.
Quiero sepas, estaré para amarte
en días felices y días lluviosos.

Mi promesa tendrás de siempre quererte
y nunca dejarte en soledad cautiva.
En cada momento, estaré a defenderte
¡aunque en ello se me vaya la vida!

En noches oscuras, estarás en mis brazos
en mi pecho,te sentirás cobijada
contra sentimientos de duda y lejanía
jamás volverás a sentirte abandonada.

En cada día un motivo de alegría
saber que caminas tomada de mi mano.
Cuando sientas fatiga, no temas mi amada
te cargaré, y seré tu descanso.

Y cuando los años me hayan cansado
mis fuerzas no sean las mismas:
no temas, sacaré impulso desde el alma
te cuidaré igual que el primer día.
Entonces, cuando sea el momento...
partiremos juntos amada mía.
¡Porque ni la muerte podrá separarme
de la mujer a la que ofrecí mi vida!

Todos los Derechos Reserv@dos México 2013
©Fernando Navarro (El Poeta Inculto)

LETRAS DE CANCIONES- Francisco Gago Nieto Joan Manuel Serrat - Cantares





http://youtu.be/Lj-W6D2LSlo

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

Nunca perseguí la gloria...

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso.