Diego Lopez
Cuando desperté en mitad de la noche… recordaba vívidamente lo soñado. Un barco zarpando a la deriva de sus tiempos, un mar embravecido por cruentos vientos de un pasado austero. Un navío naufragando zozobras en las profundidades de aguas oscurecidas. Un faro en altamar abrazando las lágrimas del desencuentro con el destino. Una luz hendiendo las sombras mortecinas de la noche eterna. Una brisa anclando el vuelo de las libertades sobre la inmensidad de un piélago dormido. Un firmamento hilvanando esperanzas en los cordeles de celajes y tornasoles danzando en las escamas de los peces. Un delfín surcando silencios sobre el salto de un presente… que se adentra al mañana sobre la ribera de instantes.
Cuando desperté en mitad de la noche… estaba humedecido mi lecho, tal vez eran lágrimas… tal vez no era un sueño adormecido… Quizás una vida invita siempre a navegarla a fuerzas de naufragios pero siempre con puertos para arribar en las lontananzas de un destino.
ZARPEMOS QUE HOY EL MAR… ROMPE OLAS EN LA ESPERANZA DE UN FARO ABRAZANDO AHORAS.
Diego López