Era un hombre sereno, humilde y puro
bondad en persona, amor en el alma
nunca tuvo más que un par de sandalias
su ropa roída y un cayado rudo
Lo dejaron solo por incomprendido
de un lugar a otro como un vagabundo
transmitía el mensaje de que el nuevo mundo
esperaba al pueblo pobre y oprimido
Recibió castigos, rechazos e insultos
de los poderosos y sus zafios guardias
sus propios vecinos lanzaron infamias
y lo marginaron a barrios oscuros
Su voz era fuerte su mensaje claro
allí cuando hablaba reunía un buen grupo
cada vez más grande, cada vez más junto
cada vez más fuerte y más fascinado
Alentó a los pobres hacia un mundo justo
enseñó al perdido a hallar el camino
exhortó a elevarse a los abatidos
recobró al sumiso de nuevo su orgullo
Junto a él marcharon milicias de mansos
hacia el horizonte de un feliz futuro
la cabeza alta y más alto el puño
marchando adelante apretando el paso
En la negra noche llegó su calvario
entre sus adeptos un traidor verdugo
clavó la puntilla que tiñó de luto
la esperanza ciega de sus partidarios
Fue un hombre sereno humilde y puro
reza la tabla cruzada sobre su losa
se llevó sus sandalias, su pobre ropa
Pero dejó una esperanza en cada uno.
26-11-2013