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Amparo Estévez Saviza

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Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

domingo, 21 de febrero de 2016

DONDE MUEREN LAS PALABRAS





Donde mueren las palabras…
Publicado el 15 febrero, 2016 por amparorules

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA
DONDE MUEREN LAS PALABRAS



Donde mueren las palabras nace el abrazo. El abrazo no necesita palabras, solo el apretado sueño realizado.

Donde mueren las palabras nace el Amor, porque éste no necesita expresarse en letras sino en acciones. Aquellas que van más allá del tiempo, de las tristezas, del camino sinuoso, del árbol caído, del llanto momentáneo, de la mirada, del miedo, de las mismas palabras, porque el Amor vive en la esencia y una vez que entra no sale jamás a contemplar otros caminos…

Donde mueren las palabras el vino se manifiesta y las lágrimas asoman y la risa es estridente y la agonía te lleva dormir los sueños de la amargura…

Donde mueren las palabras las manos tiemblan al tomar una foto y los labios la besan y las palabras no se escuchan porque son mustios quejidos….

Donde mueren las palabras el corazón pronuncia en el silencio “mamá”

Donde mueren las palabras la muerte siembra tumbas que callan

Donde mueren las palabras se hizo un día el milagro de la vida por el cual estamos sintiendo TÚ Y YO

En ese lugar favorito de Dios están las angustias de los niños que manotean la oscuridad, que se acurrucan con las bombas que estallan cercanas, que reemplazan el llanto por los mocos, que buscan todas las caricias del mundo, mucho más que las palabras…

Cuando mueren las palabras un ser cercano nos abraza en el tiempo y la distancia, porque el viento trae sonidos musicales en las cuerdas de un violín mágico…AMPARO.ES-15/02-2016

SI CREES EN DIOS





SI CREES EN DIOS
Publicado el 17 febrero, 2016 por amparorules

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA
SI CREES EN DIOS



Nada puede asombrarte cuando de este bello planeta y sus gentes se trata.

Admirar cuanto se ha creado forma parte de sentir profundamente que estamos vivos y somos tan pequeños que nos trasladamos a campo traviesa como uno más en ese maravilloso paisaje.

Cuando llueve le agregamos un condimento más a la percepción (Primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones que comunican los sentidos) a la par que nos identificamos como uno más, actuamos como algo superior. Y no es arrogancia si entendemos el sentido de la vida, somos racionales.

Nada será más comprensible que una flor marchitándose. Eso nos habla que un día moriremos. Nada más bello que observar a un animal hembra pariendo.

Nos revela el amor que nos trajo a la existencia

Nada más emotivo que observar a los pájaros en su afán de hacer su nido, sin contar que un viento fuerte puede hacerlo desaparecer en un instante.

Nada más amiga que la luna llena alumbrando el ritual de los gatos en el tejado.

Nada más asombroso que los rayos, los tornados y huracanes, que al mostrar su fuerza nos hace notar que no somos invulnerables.

Nada como las olas del mar, su olor, sus aguas, de una fuerza incalculable y baila airoso de una orilla continental a otra, besando e inundando cuando le place, y llevándonos en barcas, botes, grandes veleros, hacia donde queremos…



Somos un poco así, volamos con las aves en nuestra imaginación. Lloramos a nuestra mascota cuando muere. No tenemos conciencia de nuestra fuerza de voluntad ni de cuánto dolemos cuando pegamos. Sabemos que vamos a morir y sin embargo se nos va la vida tratando de hacer dinero de la forma que sea.

Amamos y a veces no sabemos expresarlo, no hacemos que el otro nos comprenda y vivimos en el amargo sabor de la desdicha y el abandono.

Sería maravilloso intentar parecernos a todo lo que nos rodea. Sin falsas expectativas, tan solo dejándonos llevar. Trabajar para nuestras necesidades básicas a veces incumplidas por imponderables. Desterrar la agresividad y respetarnos desde y hasta los límites que el amor de seres racionales pueda darnos.

“Para enfrentar lo impactante que en las relaciones humanas la vida nos presenta, tenemos un amigo incondicional que es el silencio”. A lo absurdo no hay que contestarle con el mismo error.

Si amamos a alguien demos todo de nosotros para que ese alguien nos comprenda, toleremos aquellos defectos que todos tenemos, pensemos en la alegría que siente el corazón y el alma cuando hemos pedido perdón y a la vez hemos perdonado. Mirémonos en los ojos de los niños. Ellos no sienten vanidades, ni rencores, y creen. Creen en todo y obran con la inteligencia de no haber soportado todavía los fuertes vientos de la realidad, esa que nosotros con nuestros actos hacemos a veces insoportable.

Si no crees en Dios lo que va a pasarte que todo te será más difícil porque no tendrás a un buen amigo para hablarle en soledad. Y aún así, el día de tu muerte habrá dos pensamientos que harán gritar a tu boca “DIOS MÍO” O “MAMÁ”

AMPARO.ES-18-02-2016

CUANDO YA NO ME QUIERAS





CUANDO YA NO ME QUIERAS
Publicado el 20 febrero, 2016 por amparorules

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA
CUANDO YA NO ME QUIERAS



…cubriré con un manto de pequeños olvidos mis sueños.

Aquel día despierto y toco el lado derecho de la cama y está vacío. Doy vuelta mi cabeza, abrazo a mi almohada y sigo durmiendo…Escucho correr el agua en el baño e imagino estás limpiando tus dientes. Me duermo por unos segundos seguramente y de golpe (No tengo la menor idea con qué proyecto mental) salto de la cama; se me ocurre que ya no estás en el baño y tal vez en la cocina. Desnuda coloco mi bata y arrastrando mis chinelas entro en el baño. Casi sin abrir los ojos observo que la ducha está seca, la pasta dentífrica en su lugar (No abierta a la vista como siempre la dejas); sin embargo sigo durmiendo. Me quedo más tiempo de lo necesario sentada en el inodoro y de pronto, con sueño, o más bien no queriendo lanzarme al mundo me parce que el olor a café se siente por toda la casa al igual que todas las mañanas.

Arrastrando las chancletas llego a la cocina, me parece ver tu espalda a través de mis ojos que niegan a abrirse del todo. Veo la mesa como todas las mañanas, tomo asiento en mi lugar y te sonrío. También te sientas y me miras a través de tus lentes que has olvidado sacar luego del diario. Como no tomas la decisión de servirme, tomo una tostada y extiendo la mermelada y espero.

Cuando aún no me dices nada decido servirte, me pongo de pie para llegar hasta ti y al hacerlo la cafetera cae haciendo bastante ruido…Tanto así que despierto definitivamente y no puedo entender que sobre tu silla de todos los días no hay nadie…



Busco y no encuentro más que una escueta notita al lado del periódico: “No estoy seguro de regresar para el almuerzo”

AMPARO.ES 20-02-2016

Y ME DI PERMISO PARA SER FELIZ





AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA
ME INUNDO DE PAZ CASI NATURALMENTE



-Aún no entiendo... Aquella tarde nos despedimos.

-Ni siquiera me lo explico

¿Cuáles fueron los motivos? (me decía con la mirada perdida en el horizonte)

-¿Nos estamos mudando de cielo? ¿Es esta paz la brisa que antecede a la tormenta?

-Imposible saberlo…


Reflexiones...
Aquella mujer había estacionado su coche, había bajado tan cerca de la costa que podía sentir el río y su olor nauseabundo debido a las inundaciones recientes; razón para reflexionar que no era un lugar bonito para pensar. Sin embargo ella siempre lograba comunicarse con sus pensamientos a partir de cualquier chispa que los encendiera y en ese momento había aprendido que el entorno no le importaba.

Nada hay nada más importante que uno mismo cuando se trata de empezar la propia obra reconstructiva.

Claro, no era tarea fácil. Había que comenzar a caminar sin asirse a los abrazos apasionados, ni presentir las caricias recientes esperando los besos y sin compartir la dicha…

Sin embargo una cuestión le fue clara, estaba tranquila, como si sintiese que los abrazos, los besos y las manos apretadas eran parte de sí misma y era imposible que desaparecieran…

Cuantas sonrisas pícaras alrededor le harían saber que está en ese estado que nadie quiere reconocer “ser, estar y permanecer iluso” porque el corazón se ha empeñado y ese estado tal vez nace para quedarse en cada uno, sin pedirnos permiso.

Y se dice y proclama al viento que le quiere secar las lágrimas furtivas: -“PIDO PERMISO PARA SER FELIZ” y eso debe bastar para borrar mi cara de asombro porque no entiendo que mis condiciones normales de existencia estén colmadas por un sentimiento que sobrepasa la generalidad de la ley, que me contiene y al vivir en mí cubre de neblina todo el paisaje que ya no me importa y que en ese único espacio que me pertenece me deja ver que soy yo y mi corazón; corazón que alberga lo mejor que la vida me da y sin pensar demasiado me tomo la licencia de amar y que me amen o no…

Regresa a su casa. Toma una ducha tibia. Se acuesta. Enciende su radio con música bajita y a la luz del velador, como si nada pasara, en minutos está leyendo su libro del momento “Cien años de soledad”

AMPARO.ES 21-02-2016

AMPARO.ES 21-02-2016

NO VIVIR Y SEGUIR VIVIENDO






NO VIVIR Y SEGUIR VIVIENDO
Publicado el 20 febrero, 2016 por amparorules
NO VIVIR Y SEGUIR VIVIENDO



Ya era muy tarde. El reloj marcaba las tres.

¡Cómo llegaría ella si nadie llamó!

Tal vez una cuestión es soñar y otra la realidad de despertar aún soñando…

Algo no dejaba a aquel joven-viejo conciliar sus sentimientos con sus pasos. Caminaba, sólo caminaba, la cuestión sería llegar, tomar sus pastillas de siempre y al fin dormir…



Caminó algo más de prisa. Comenzaba a llover. Era lo peor que le podía pasar (La extrañaría más que nunca) Regresó y ya frente a su puerta la desesperación tornó rojo su rostro, llamas de bronca lo cubrían…



No encontraba las llaves de su casa por ninguna parte.

Antes de salir a caminar sin rumbo había estado en su coche. Puede ser que estuviesen allí…

Al abrir la puerta colgaban del asiento. Suspiró aliviado…
Regresó, se duchó, tomó su pastilla y se durmió.



Al día siguiente todo estaba igual. Ella lejos y él tan elocuente como siempre. Mientras tomaba su vaso de jugo miró el celular para corroborar si ella lo había llamado.

¡Qué iluso! Todavía no sabía qué era más importante “Su AMOR o su LIBERTAD” y pretendía que ella entendiera.

¡La amo! Se dijo, pero tan despacio que su corazón no se enteró.

AMPARO.ES-20-02-2016