SI CREES EN DIOS
Publicado el 17 febrero, 2016 por amparorules
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA
SI CREES EN DIOS
Nada puede asombrarte cuando de este bello planeta y sus gentes se trata.
Admirar cuanto se ha creado forma parte de sentir profundamente que estamos vivos y somos tan pequeños que nos trasladamos a campo traviesa como uno más en ese maravilloso paisaje.
Cuando llueve le agregamos un condimento más a la percepción (Primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones que comunican los sentidos) a la par que nos identificamos como uno más, actuamos como algo superior. Y no es arrogancia si entendemos el sentido de la vida, somos racionales.
Nada será más comprensible que una flor marchitándose. Eso nos habla que un día moriremos. Nada más bello que observar a un animal hembra pariendo.
Nos revela el amor que nos trajo a la existencia
Nada más emotivo que observar a los pájaros en su afán de hacer su nido, sin contar que un viento fuerte puede hacerlo desaparecer en un instante.
Nada más amiga que la luna llena alumbrando el ritual de los gatos en el tejado.
Nada más asombroso que los rayos, los tornados y huracanes, que al mostrar su fuerza nos hace notar que no somos invulnerables.
Nada como las olas del mar, su olor, sus aguas, de una fuerza incalculable y baila airoso de una orilla continental a otra, besando e inundando cuando le place, y llevándonos en barcas, botes, grandes veleros, hacia donde queremos…
Somos un poco así, volamos con las aves en nuestra imaginación. Lloramos a nuestra mascota cuando muere. No tenemos conciencia de nuestra fuerza de voluntad ni de cuánto dolemos cuando pegamos. Sabemos que vamos a morir y sin embargo se nos va la vida tratando de hacer dinero de la forma que sea.
Amamos y a veces no sabemos expresarlo, no hacemos que el otro nos comprenda y vivimos en el amargo sabor de la desdicha y el abandono.
Sería maravilloso intentar parecernos a todo lo que nos rodea. Sin falsas expectativas, tan solo dejándonos llevar. Trabajar para nuestras necesidades básicas a veces incumplidas por imponderables. Desterrar la agresividad y respetarnos desde y hasta los límites que el amor de seres racionales pueda darnos.
“Para enfrentar lo impactante que en las relaciones humanas la vida nos presenta, tenemos un amigo incondicional que es el silencio”. A lo absurdo no hay que contestarle con el mismo error.
Si amamos a alguien demos todo de nosotros para que ese alguien nos comprenda, toleremos aquellos defectos que todos tenemos, pensemos en la alegría que siente el corazón y el alma cuando hemos pedido perdón y a la vez hemos perdonado. Mirémonos en los ojos de los niños. Ellos no sienten vanidades, ni rencores, y creen. Creen en todo y obran con la inteligencia de no haber soportado todavía los fuertes vientos de la realidad, esa que nosotros con nuestros actos hacemos a veces insoportable.
Si no crees en Dios lo que va a pasarte que todo te será más difícil porque no tendrás a un buen amigo para hablarle en soledad. Y aún así, el día de tu muerte habrá dos pensamientos que harán gritar a tu boca “DIOS MÍO” O “MAMÁ”
AMPARO.ES-18-02-2016