¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!

¡¡¡GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!!!
AUTORA-AmPaRo EsTeVeZ SaViZa
Powered By Blogger

visitas del día

60,462

Vistas de página en total

60,462

Amparo Estévez Saviza

Mi foto
Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

jueves, 17 de abril de 2014

Gabriel García Márquez: Discurso por el recibimiento del Premio Nobel

A Cristo crucificado (doble vídeo) - No me mueve, mi Dios, para quererte...

Jose Francisco Zarate - Ayer me puse a pensar...





Jose Francisco Zarate
17 h ·
Ayer me puse a pensar
¿qué felicidad puedo darte si vienes?
El mantenerme indiferente al mundo
Me hizo un ser triste y ermitaño
Tratando de escuchar un mensaje del Señor,
apuñalado por el pecado,
que nunca me encontrarás por los caminos tuyos
de peregrinajes y de fiestas
de luces, y de magia
de besos y de ternuras
porque ya me volví un ser triste y ermitaño
que no se cansa de buscar lo que tal vez no existe.
Es que ayer me puse a pensar
que no coordinan nuestros pasos
lo vi en tus ojos,
lo sentí en tu aire,
sentí que no sientes nada,
y ya no hay tiempo
o abandono parte de mi
y la lleno con la tuya
o abandonas parte de lo tuyo
y la llenas con lo mío
o arriesguemos, apostemos todo,
porque al fin y al cabo, eso es el amor
sin embargo no dejo de pensar
¿Qué felicidad puedo darte si vienes?
Porque ya me volví un ser triste y ermitaño
apuñalado por el pecado.
Y entonces comprendo a Dios
y comprendo porque estás lejos
y entonces comprendo al amor
aunque siempre salga perdiendo.

EN TU OMBLIGO VIVO YO - RAÚL ROVIRA





17 de abril/2014-Raul Rovira
Como quisiera subirte la blusa

e hilar detalles hermosos en tu ombligo;

seguir con las yemas de mis dedos

el nacimiento de las auroras boreales,

inventarme el crepúsculo de mis días,

saborear el infierno dulce de granadas

y manzanas de tu piel desnuda;

también, alejar a las deidades

de ese volcán primigenio de tu ombligo;

pero principalmente, pelear contra todos,

porque en ese lugar

donde la vida retoma su cadencia,

allí en tu ombligo,

vivo yo.