MI LEYENDA "La Luna, María y el Sol"
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA
El sol, dicen, vive siempre esperando que se haga el milagro. Por eso a veces sus rayos alumbran una porción de la tierra con la ilusión de un enamorado que va a una cita de Amor.
El Sol es un enamorado muy particular…¡¡¡No puede enamorarse de nadie inalcanzable, pero lo hace!!! Nada está escrito cuando se trata de amor…
El sol se sabe impenetrable, sin embargo a veces llora y todos lo saben porque miran hacia arriba y dicen ¡¡¡Llueve con sol!!!
Pero de inmediato se repone y recobra la esperanza de poder realizar la entrevista que ha pedido desde hace mucho con el Hacedor del universo.
Ustedes se preguntan cuál es el problema que aqueja al sol. Es el mismo que hace sufrir a los enamorados cuando lo están de un amor imposible…
El Sol se ha enamorado de una de las tres Marías. La del centro y le ha sucedido una sola vez que tuvo el honor de besarla en el firmamento…
“Dicen que ella se ha retrasado durante la noche observando cómo unos niños la miran junto a sus hermanas, las otras dos Marías.
Pero es muy distraída y haciéndole guiños a un niño que llora, se pone a la vista del sol que asoma tenue sobre el horizonte.
El sol la ve y queda prendado, más que enamorado y sus rayos desde ese día alumbran como que nunca; queman en verano…
Ella cuando mira a sus costados, observa que está sola y un rayo de luz la encandila. Decide quedarse inmóvil hasta ver qué sucede.
Y sucede que siente tan tibio el ambiente con los rayos que la abrazan que quiere quedarse allí para siempre”
Pero inexorablemente el tiempo pasa. Se queda todo el día junto al sol, hasta la noche en que él la despide para guardarse, no antes de acompañarla a su lugar en el firmamento, junto a sus hermanas, y prometiendo que algo haría para cambiar las cosas…
Como nunca llega la entrevista con el Hacedor decide que tal vez la luna lo ayude.
La luna se ha comprado una lente prodigiosa que le facilita un rayo durante una tormenta brava de truenos y relámpagos y que nunca ha usado y piensa obtener muchas fotos cuando los amantes la miren y escriban versos bonitos sobre ella.
Ya que las nubes se lo impiden hasta ahora, promete cuanto antes tomar fotos de María y llevárselas al Sol cada madrugada, apenas asome el primer rayo sobre el horizonte. Solo eso.
- ¡Antes que nada! se conformó el Sol, aunque sufría.
Tamaña realidad entre la noche y el día hace que los tiempos se presenten muy variables. Todo el mundo se queja de los cambios climáticos…
A veces llueve mucho y María se refleja en las aguas y el sol desespera por acariciarla.
En otras ocasiones un rayo de sol sobre las montañas en los eternos atardeceres, le cuenta a María que es una silueta demorada que le dice que él todavía piensa en ella.
Hasta que un buen día la luna tiene una idea…
Los tiempos de adelanto tecnológico le dicen que todo es posible…
Si Ustedes observan a la luna verán que hay una sombra dentro de su vientre majestuoso, visible solo para los que tienen sueños y creen en ellos.
Para los abuelos cuando cuentan historias de la luna a sus nietos…
Para los enamorados…
Esa sombra que todos vemos en noches de luna llena, dentro de su esfera mágica, es María, que la tiene cautiva en el foco de su lente y la refleja.
El sol sabe soñar y todos los días al amanecer busca a la luna para ver a su amada. Aunque más no sea un segundo en el que la mañana le hace cosquillas a la luz del día…
Solo hay ciertos límites para esa ensoñación, se ven solo los días de luna llena; de noche despejada y amaneceres límpidos; sin nubes, cuando las ondas magnéticas lo posibiliten y varias consignas más…
Bueno, así son las reglas a pesar de los amantes…
Y allí nace lo intangible. La magia. Los sueños. La imaginación…Todo aquello que hace posible que nos miremos en el espejo que se refleja en las aguas de los ríos; en el camino que dibuja la luna en el mar; en el rocío de las hojas de los plátanos juguetones que hacen brillar la noche, a la orilla de las lagunas ; en los ojos asombrados de un niño…
La aureola que envuelve a los cándidos e ilusos que saben prolongar la vida es el punto en dónde todo es posible.
A través de poner el alma como vehículo de construir la felicidad, sin pretender nada más ni nada menos que hacer bailar los pies cuando el viento los puede tumbar.
Cuando caminar es volar y morir es permanecer, porque sin saberlo muchos de nosotros nos parecemos al Sol y otros muchos a la Luna en afán de ayudar.
Y por sobre todo que esa lucha por alcanzar los ideales no nos aparten de deslizarnos suavemente por los andariveles sinuosos de la existencia, sin perder jamás la esperanza y hallar la dicha en las pequeñas y diminutas señales que nos da la vida, haciendo del mundo un lugar bonito…¡Muy bonito!!!
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