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Amparo Estévez Saviza

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Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

lunes, 10 de febrero de 2014

EPISODIO 6-MACEDONIO FERNANDEZ





EPISODIO 6-MACEDONIO FERNANDEZ

"Añadiremos, para no haceros esperar más como conferencista y finalizando con un
consuelo, que recientemente comprobamos que los públicos de accidente también se caen.
Estábamos presenciando un desfile militar, desde las localidades altas de un gran árbol,
cuando éste se viene abajo, porque resultó que lo que creíamos ombú había sido una planta de
espárragos crecida morbosamente pero débil no obstante su magnitud.
"-'Os escuchamos respetuosamente` -f inalizaréis diciendo, y yo tomaré entonces la palabra.
"Me habéis halagado, alegrado tanto con lo que os atribuyo haberme dicho, que voy a
recompensaros con tales manifestaciones, que, aunque fatigados de tanto abrir la boca,
vosotros, virtuosos de la boquiabriencia, volveréis a abrirla de vereda a vereda, como suele
decirse elegantemente, con lo que vais a oírme.
"Soy el marido `sintético'. Los hombres por síntesis, como yo, estudiamos las importantes
pequeñeces que el hombre por alumbramiento (y otros detalles) desdeña. Además, como lo
habréis advertido, no soy el Hombre Invisible sino, al contrario, el Hombre Evidente, algo
más raro, útil y difícil.
"Yo he estudiado la duración del tiempo que invierte un botón que se cae y pierde, en
esconderse tras la pata de la cama hasta que se va su amo. Entonces se encanima a treparse
sobre el techo del ropero. Este tiempo también lo estudié. Un botón, en seguida de
extraviarlo, debéis pesquisarlo primero bajo la cama y sólo más tarde sobre el ropero, pues
emplea tiempo en esta ascensión.
"No os sobrevengo con la novedad de que se acabó el Infinito; ni la de que este mundo se ha
combinado con todos los botones cosidos flojos como traje hecho (con lo cual uno se cree
nuevo y lo creen nuevo); ni la de que el hombre que se ubicó en el vacío para vivir
eternamente, se abanicaba. Ni siquiera os recomendaré que acepte cada uno su lote de
ridículo, de antipatía. Ni disertaré sobre el Suspiro Irrompible o Los Anteojos de No Ver,
ahumados.
"Soy un hombre módico que quepo en todo mínimo de todo caso y cosa: de las inmensas y
graves cifras de finanzas, comercio y producción del número de fin de año de los grandes
diarios, la única noticia que busco es la de que no se haya perdido la cosecha de `huevos de
gallo'.
"En fin, os comunico que así como el destino de los autos es la abolladura, el mío era desde el
principio la longevidad y por el método de todos los longevos: seguir vivo. Pero otra cosa
además de eso necesitamos los futuros longevos. ¿Qué he hecho yo de diferente del hombre
común de corta o media vida?
"Yo creo que el longevismo... Ordenemos mejor la exposición. "La corbata larga, de nudo
con cuello duro doblado y apretado, que se lleve constantemente desarreglada, salida,
empacada, es al mismo tiempo lo que conquista más pronto el amor y dedicación de toda
mujer y la secreta causa del longevismo.
"No conozco a nadie que haya pasado por más tentativas de ahorcamiento por parte de los
amigos y hasta de un transeúnte femenino cualquiera o de un mozo servicial de bar, que yo
con esa corbata. No conozco a nadie que no haya sido turbado por las señas, invitándonos a
un aparte inopinado, de algún empleado de tienda o de un transeúnte o mozo de bar. Era
equívoco, era riesgoso seguir estos llamados. Acatándolos, al poco rato me hallaba
afablemente tironeado de mi corbata (es el atletismo que no falta a las personas más endebles;
un fuerte tirador de corbatas empacadas, torcidas, saltadas, voladas, derramadas o flojamente
oscilantes, vive en cualquier frágil humanidad.)
"Todos los que tienen latente vocación para verdugos de ahorcamiento se alistan
inmediatamente ante una corbata desanudada y os piden os entreguéis, con atlético gesto; se
apoderan de los extremos de la corbata y os la arreglan, desarreglando algo también..."Sin saber estas cosas, nadie puede ser feliz. El que no las sabe es tan desdichado como un
público callejero de bobos ociosos que no saben elegir entre uno y otro de dos accidentes que
ocurren en el mismo instante en distinto lugar, por la anarquía o falta de concordancia de los
programas para accidentes de ese día."
Entre los papeles de Recienvenido no hemos encontrado continuación o final de esta
conferencia. Sea porque lo que se concluyó fue el público, molestado por las intemperancias
de Recienvenido, o porque a su conferencia le ocurrió también un accidente.
1922
CONTINUARÁ

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