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Amparo Estévez Saviza

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Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

jueves, 14 de noviembre de 2013

SIGUEN LOS TIPS PARA NUEVOS CUENTISTAS POR GUILLLERMO SAMPERIO


https://www.facebook.com/gsamperior/posts/565979596809594

---Mis Flores

Guillermo Samperio R
Hace 4 horas cerca de México, D. F. ·
SIGUEN LOS TIPS PARA NUEVOS CUENTISTAS
POR GUILLLERMO SAMPERIO
...TEMAS

121. El cuento (para no quedarse en simple entretenimiento anecdótico o en chisme) debe mostrar un significado externo a sí mismo, además del que revela el final. Cuando el coronel fusila al asesino de su padre se cumple el significado de la venganza. Pero el cuento “Diles que no me maten” también nos señala que mientras siga habiendo propiedad de la tierra, habrá conflictos entre los propietarios que pueden llevar a la muerte de uno, de otro o de ambos. Es decir, el cuento de Rulfo sigue vigente. En el caso de que se llegara a abolir la propiedad de la tierra a nivel individual, de todos modos el cuento de Rulfo sería una buena muestra de la época en que los sujetos tenían derecho a ser propietarios de la tierra.

122. Los cuentos no están hechos de palabras, sino de pedazos de alma humana, es por ello que, a pesar del correr de los siglos, los cuentos, por ejemplo, de Las mil y una noches nos siguen interesando o también por lo que un escritor japonés puede llegar a emocionarnos.

123. Nada interesa al hombre más que el hombre mismo (Juan Bosch).

124. Sólo al individuo le corresponde expresar lo que lo diferencia de los demás (Patricia Highsmith).

125. (Los buenos cuentos) son aglutinantes de una realidad infinitamente más vasta que la de su mera anécdota, y por eso han influido en nosotros con una fuerza que no haría sospechar la modestia de su contenido aparente, la brevedad de su texto (Julio Cortázar).

126. Entonces, lo que busca un cuento no es contar una historia, sino recrear sentimientos.

127. El tema, por lo regular, está inscrito en el terreno de lo extraordinario, lo diferente, lo que no pasa todos los días, sin que esto quiera negar al cuento realista: un personaje común, con su vida común puede encerrar hechos que consigan arrancar el interés del lector. Que ese Juan Pérez sea único, no cualquier Juan Pérez.

128. Si le surge una idea que le parece trillada, no la deseche; mejor búsquele otro ángulo.

129. El escritor debe tener la capacidad de ver más allá, de encontrar el lado oculto, de poner en duda las verdades universales.

130. Los acontecimientos inesperados, pero lógicos, son los que más interesan a los lectores.

131. No hay que confundir el tema con la anécdota. El tema tiene una sustancia humana: amor, celos, odio, traición, envidia, crueldad. Mientras que la anécdota está emparentada con la acción, por ejemplo, un marido descubre que su mujer lo engaña. Está anécdota puede ser tratada desde cada uno de los temas antes mencionados y cada tratamiento dará para un cuento diferente.

132. Borges decía que si en la novela lo importante eran los personajes, en los cuentos la trama o la situación. Yo le llamaría temas.

133. El cuentista debe tener alma de tigre para lanzarse contra el lector, o instinto de tigre para seleccionar el tema y calcular con exactitud a qué distancia está su víctima y con qué fuerza debe precipitarse sobre ella. Pues sucede que en la oculta trama de ese arte difícil que es escribir cuentos, el lector y el tema tienen un mismo corazón. Se dispara a uno para herir al otro (Juan Bosch).

134. Un buen cuento le revela al lector algo de sí mismo que no sabía o que no había sabido poner en palabras.

135. En un cuento, por más oscuro que sea, nunca está de más una dosis de humor.

136. Así como en un cuento oscuro la violencia o lo sobrenatural son dispensables.

137. Si bien el cuentista tiene que tomar un hecho y aislarlo de sus apariencias para construir sobre él su obra, no basta para el caso un hecho cualquiera; debe ser un hecho humano o que conmueva a los hombres, y debe tener categoría universal (Juan Bosch).

138. La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender; si todo ello junto, mejor. Si no logra ninguno de estos efectos, no existe como cuento (Julio Ramón Ribeyro).

139. Las noticias –o hechos o anécdotas- se transfiguran en motivos de un cuento; y el motivo alimenta otra almendra: el tema (José Balza).

140. Lo más hondo del texto es aquello que el autor no dijo y que, sin embargo, está dicho (José Balza).

141. Mejor, mientras menos muestra un autor (José Balza).

142. Contar un cuento es saber guardar un secreto (Erskine Caldwell).

143. Yo siempre trato de escribir de acuerdo con el principio del témpano de hielo. El témpano conserva siete octavas partes de su masa debajo del agua por cada parte que deja ver. Uno puede eliminar cualquier cosa que conozca, y eso sólo fortalece el témpano de uno (Ernest Hemingway).

144. El cuento debe mostrar, no enseñar. De otro modo, sería una moraleja (Julio Ramón Ribeyro).

145. En un cuento cabe encerrar el todo de una personalidad o de una nación (Raúl Castagnino).

146. El cuentista sabe que no puede proceder acumulativamente, que no tiene por aliado el tiempo; su único recurso es trabajar en profundidad, verticalmente, sea hacia arriba o hacia abajo del espacio literario (Julio Cortázar).

147. El topo y el lince eran los ministros de mi sabiduría secreta (Ramos Sucre).

148. No tengo ningún propósito social, ningún mensaje moral; no tengo ideas generales que explotar, simplemente me gusta componer acertijos con soluciones elegantes (Vladimir Nabokov).

149. Te aconsejo:
a) ninguna monserga de carácter político, social, económica.
b) objetividad absoluta.
c) veracidad en la pintura de los personajes y de las cosas.
d) máxima concisión.
e) audacia y originalidad: rechaza todo lo convencional.
f) espontaneidad (Anton Chejov).

150. (El cuento es) un mapa visible que recubre territorios invisibles (José Balza).

151. El cuento es el tratamiento particular (un tiempo, lugar, personajes, atmósfera, todos ellos específicos) de un tema universal.

152. Si un tema no parece lo suficientemente interesante se puede complejizar combinándolo con otro tema: amor-violencia, crimen-compasión, derrota-adicción, por ejemplo.

153. El cuentista no descansa nunca. Vive para escribir, cuando no está descargando sus ideas al papel, está observando el mundo para desenmadejarlo y después mostrarlo, a través de historias, a los lectores.

154. Los cuentos flotan en el aire, sólo hay que convertirnos en cazadores de mariposas. Un olor, una conversación ajena, una pregunta, otro libro, un pensamiento filosófico o político o profano, una imagen, un dolor, una sensación, un lugar, una persona, un gesto y mil situaciones más pueden generar un cuento. Hay que estar perceptivo para dejarlos crecer en nuestro interior.

155. Muchos cuentos surgen de una pregunta, ¿qué pasaría si…”

156. Algunas veces al iniciar un cuento ya sabemos el final y encaminamos todas nuestras palabras hacia allá; pero, en otras, una frase va llevando a otra y el mismo escritor se convierte en un espectador sorprendido de su propio proceso creativo.

157. Sabemos cómo algunos escritores se han enfrentado a la página en blanco: Cortázar en la mayor oscuridad argumental; Arreola, al empezar a escribir, sólo sabía cuál era el inicio; Borges conocía inicio y desenlace; Rulfo, al parecer, partía del final, y Bosch imaginaba el cuento en su totalidad antes de escribir la primera letra.

158. Los cuentos se pre-escriben en la mente de los autores sin que ellos mismos se den cuenta, de ahí, la sensación que han descrito algunos de sentirse como vehículos de creación universal, como si alguien más dentro de su cabeza les dictara sus cuentos.

159. De ahí que todo cuento sea autobiográfico, aunque no cuente una historia que nos haya pasado a nosotros ni tampoco seamos uno de los personajes. ¿De dónde más podemos sacar las emociones si no de nuestra propia experiencia?

160. Yo creo que es mejor que el escritor intervenga lo menos posible en su obra (…) el escritor es un amanuense, él recibe algo y trata de comunicarlo. (Jorge Luis Borges)

161. Cuando uno tiene ráfagas súbitas de percepción, entonces el cerebro trabaja más rápido que de costumbre. Pero te has estado preparando para saberlo durante mucho tiempo, y cuando llega sientes que siempre lo has sabido (Katherine Anne Porter).

162. Para que el cuento fluya sin tropiezos, al escribir el primer borrador, es necesario bajar el switch de la conciencia crítica, ya habrá muchas horas después para corregir.

163. Esto no quiere decir que se va a escribir sin ton ni son, cada palabra tiene que ir hacia lo que Poe llamó unidad de efecto. De nada serviría dominar la técnica del cuento si no la vamos a aplicar al escribir.

164. Para crear buenos cuentos hay un gran trabajo detrás. Nuestro inconsciente dicta; nuestro conciente decide, opta, piensa, imagina, conecta, escribe, corrige.

165. No escriba sobre el amor, líbrese de los motivos de índole general. Recurra a lo que cada día le ofrece su propia vida. Describa sus tristezas y sus anhelos, sus pensamientos fugaces y su fe en algo bello; y dígalo todo con íntima, callada y humilde sinceridad. Valiéndose, para expresarse, de las cosas que lo rodean. De las imágenes que pueblan sus sueños. Y de todo cuanto vive en el recuerdo (Rainer Maria Rilke).

166. No puedo ver un sitio nuevo sin presentir –y, en verdad, escribir imaginariamente– lo que allí pudo o pudiera ocurrir (José Balza).

167. Lo he visto todo. No obstante, ahora no se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto (Anton Chejov).

168. Los cuentos de un autor representan las constantes de un pensamiento, pero cada texto guarda tales matices que siempre debe parecer escrito por un hombre distinto (José Balza).

169. Si quieres escribir, pues procede así. Escoge primero un tema. Ahí se te da libertad absoluta. Puedes utilizar el abuso y hasta la arbitrariedad. Pero, para no descubrir América por segunda vez y no inventar la pólvora de nuevo, evita los temas que ya se han recorrido desde hace tiempo (Anton Chejov).

170. Otros escritores afirman que primero se deben crear los personajes, y que de ahí surgirá el tema. Busque cuál método le acomoda mejor y ése será el ideal.

171. Pon el papel ante ti, toma la pluma en la mano y, tras excitar el pensamiento cautivo, escribe. Escribe de lo que quieras: de la ciruela pasa, el tiempo, el kvas de Govorovskii, el océano Pacífico, las agujas del reloj, la nieve del año pasado… (Anton Chejov).

172. Es difícil unir las ganas de vivir con las de escribir. No dejes correr tu pluma cuando tu cabeza está cansada (Anton Chejov).

173. Ahora sólo escribo sobre lo que me interesa. No busco temas: cualquier cosa en la que no pueda dejar de pensar es mi tema. Stendhal dijo que la literatura es el arte de la omisión, y omito todo lo que no me parece importante. Describo a las personas sólo en los términos de sus acciones, afirmaciones, ideas, sentimientos que me hayan escandalizado-intrigado-divertido-deleitado a mí mismo y a otros (Stephen Vizinczey).

174. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera que sea su origen. Roben si es necesario (Juan Carlos Onetti).

175. Opinión duradera es la que se mantiene válida por tres meses. No exija mayor coherencia de los otros ni se sienta obligado intelectualmente a tanto. Y proceda a la revisión periódica de sus admiraciones (Carlos Drummond de Andrade).

176. No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Sólo los charlatanes y los imbéciles creen comprenderlo todo (Anton Chejov).

177. Creo que mi especialidad está en escribir lo que no sé, pues no creo que solamente se deba escribir lo que se sabe. Y desconfío de los que en estas cuestiones pretenden saber mucho, claro y seguro. Lo que aprendí es desordenado respecto de épocas, autores, doctrinas y demás formas ordenadas del conocimiento. Aunque para mí tengo cierto orden respecto a mi marcha en problemas y asuntos. Pero me seduce cierto desorden que encuentro en la realidad y en los aspectos de su misterio. Y aquí se encuentran mi filosofía y mi arte (Felisberto Hernández).

178. Un escritor necesita tres cosas: experiencia, observación e imaginación. Cualesquiera dos de ellas, y a veces una, puede suplir la falta de las otras dos. En mi caso, una historia generalmente comienza con una sola idea, un solo recuerdo o una sola imagen mental (…) Yo diría que la música es el medio más fácil de expresarse, puesto que fue el primero que se produjo en la experiencia y en la historia del hombre. Pero como mi talento reside en las palabras, debo tratar de expresar en palabras lo que la música pura habría expresado mejor (…) Prefiero el silencio al sonido, y la imagen producida por las palabras ocurre en el silencio. Es decir, que el trueno y la música de la prosa tienen lugar en el silencio (William Faulkner).

179. Es cierto que el acto de la escritura nace como una necesidad de dejar salir a los demonios que viven dentro de nosotros, pero debemos aprender a controlarlos y fundirles alas cuando así convenga a nuestros intereses literarios; la obra es más que un exorcismo, más que una terapia.

180. Uno no termina con la nariz rota por escribir mal; al contrario, escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos ningún lugar al que ir (Anton Chejov).

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