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Amparo Estévez Saviza

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Considero que un espacio interactivo debe servir para comunicar, compartir y pasar momentos agradables que nos ayuden a pensar la vida como bella y en este caso específico a conocer a los escritores y poetas que en todo momento transbordan vidas diversas arte y sueños a nuestro corazón...

viernes, 26 de diciembre de 2014

Miguel de Unamuno




Miguel de Unamuno


Miguel de UnamunoEntre los más destacados escritores de la Generación del 98 se encuentra el brillante Miguel de Unamuno; nació en Bilbao el 29 de septiembre de 1864 y falleció en Salamanca el 31 de diciembre de 1936. Su versatilidad como artista es admirable: exploró tanto la novela, como el ensayo, el teatro y la poesía. En su adolescencia, presenció la toma de su ciudad durante la Tercera Guerra Carlista; esta experiencia, tan difícil de sobrellevar, se ve reflejada en su primera novela, titulada "Paz en la guerra".
Se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, habiéndose recibido a los 19 años con altísimas calificaciones. Su procedencia y la lengua euskera fueron protagonistas de varios momentos importantes de su vida; sostenía que su idioma perecería, debido a que no sería posible la coexistencia de éste y el español en una misma región.
Dentro de la narrativa, resaltan "Amor y pedagogía", "Niebla" y, su última novela, "Don Sandalio, jugador de ajedrez". De su poesía, profunda y magistralmente escrita, destacan los poemarios "El Cristo de Velázquez" y "Andanzas y visiones españolas". Quedan por mencionar algunas de sus obras teatrales, de un carácter pasional y renovador, como ser "La Esfinge" y "Medea", y su ensayo filosófico "La agonía del cristianismo", que gira entorno al vivir queriendo creer, pero sin poder.


Lee todo en: Miguel de Unamuno - Poemas de Miguel de Unamuno http://www.poemas-del-alma.com/miguel-de-unamuno.htm#ixzz3N1uw7R00
...de POEMAS DEL ALMA-http://www.poemas-del-alma.com/miguel-de-unamuno.htm

Miguel de Unamuno

Castilla





Tú me levantas, tierra de Castilla,
en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
al cielo, tu amo,

Tierra nervuda, enjuta, despejada,
madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores
del noble antaño.

Con la pradera cóncava del cielo
lindan en torno tus desnudos campos,
tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
y en ti santuario.

Es todo cima tu extensión redonda
y en ti me siento al cielo levantado,
aire de cumbre es el que se respira
aquí, en tus páramos.

¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
desde lo alto!


Lee todo en: Castilla - Poemas de Miguel de Unamuno http://www.poemas-del-alma.com/castilla.htm#ixzz3N1vyzKGA

miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!


miércoles, 17 de diciembre de 2014

HÁBLAME DEL MAR MARINERO



Háblame del mar marinero y de cómo vinieron mis abuelos

Háblame del mar marinero y cuéntame si lágrimas vertieron

Háblame del mar marinero y pinta del amor y sus anhelos

Háblame del mar marinero y por qué tus aguas veo y quiero

Háblame del mar marinero y dime de mi alma ¿Ya habitaba este suelo?

Háblame del mar marinero y escucha como con tus olas juego

Háblame de mar marinero y susurra sin son ciertos mis ruegos

Háblame del mar marinero y explícame ¡Porqué hay amores tan lejos!

Háblame del mar marinero que viajo por tus aguas portando un sueño
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA-Derechos Reservados de Autor/2014

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Diego Lopez - Y si una daga estuviera...





Diego Lopez

Y si una daga estuviera cercenando el último aliento de mi vida…
buscaría tus ojos… allí donde mora tu alma para que me abraces
besaría el silencio… allí donde la palabra amor es perpetuidad
caminaría lento… allí donde las huellas se surcan con tu alma
y si un error crucificara todos mis actos en la vida que transito
navegaría mis aguas tranquilo… porque sé lo que he ofrendado
y me iría sin tiempos a la muerte de mis adentros ya marchitos
y me iría vencido pero triunfante en la certeza de mi juramento
mas habrá noches devorando soles y lunas pariendo esperanza
mas me acariciará tu mano como te besa eterna mi añoranza
Y si una daga estuviera cercenando el último aliento de mi vida…
me iría en el remanso de un amor que nunca supo de distancias
Tú y yo.
Diego López

Martin Fierro (Por Fontanarrosa)

lunes, 24 de noviembre de 2014

El jardin de los cerezos pelicula completa

miércoles, 12 de noviembre de 2014

literatura romantica - jose zorrilla

Fiódor Dostoievski - Biografía [2004]

Reflexiones tardías



- Foto: Escuela Rural de México

Amparo Estévez Saviza
No dejo de preguntarme hasta qué lugar exacto nos lleva la violencia, la desidia, la falta de ética, el desamor y respeto por el otro. ¿Debemos pensar que todos los que actuaron en esta masacre coincidían en sus acciones y pensamientos? ¿Existe una razón para que hombres quemen cuerpos humanos y maten a mansalva y de la manera más cruel a jóvenes que luchan por un proyecto que suponen bueno para la mayoría? Muertos por sus mayores, por aquellos que les inculcan el estudio, el amor y la lucha para defenderse. Cuando jóvenes estudian historia antigua y les asombra el crimen contra el prójimo. Nosotros mismos recordamos cuando quedamos pensando en la cabeza en la fuente como trofeo…En la matanza de niños nacidos con Jesús. En el poder de los reyes y sus vicios. En el trato a los esclavos como mercancía vendidos según su dentadura y músculos para el trabajo. El trato a la mujer haciendo de ella un objeto de deseo o servidumbre. Siento que nos dejan hablar, gritar y desesperarnos
hasta llevarnos a un lugar sin retorno. Siento que de una manera u otra, en algún momento estaremos en el lugar justo y preciso en donde nos arriarán en manada. ¿Quiénes? Aquellos que hicieron de la educación estragos. De la familia un simple trámite obligatorio. De los guardianes públicos, meros servidores del que mejor paga. De la diversión un encuentro de lujuria, tragos y drogas. De la ancianidad un bulto que molesta. De los maestros personas llenas de ideas, pero sin preparación para trabajar con niños y jóvenes en una sociedad enferma. De las religiones un grupo más que produce palabras y da consuelo. De los ejércitos, muchos diezmados, una fuerza “bien preparada” para matar. Y la lista sería interminable…La indignación nos lleva
a la desesperanza, a la pérdida de sueños y nos inculca el miedo…

Todavía existe una sociedad pacífica, buena, con proyectos que sueñan realizables y seres que luchan como aquellos estudiantes…Pidamos a Dios un mundo para transitar la vida y los caminos que nos permitan alcanzar
la justicia y perdonar con la condición humana más perfecta que es el amor entre hermanos. Una ley que de verdad imparta justicia, que sea implacable para los delitos de lesa humanidad, porque perdonando crímenes como éstos estaremos hundiendo para siempre nuestra condición de seres capaces de valorar la vida que se nos ha dado para hacer culto de ella en todas sus expresiones.
Respetarse entre países, entre naciones y aplacar la violencia en todos los órdenes. Trabajar en lo económico en pos de la igualdad y hacer renacer las ideas que trabajan para el bien común, en libertad, dentro de un consenso mundial, diverso y valioso. Ideas y obras que debemos de poner en práctica ya, si deseamos una vida feliz y digna de ser vivida.

A los jóvenes de México - Amparo Estévez Saviza


Frase de la foto: Frida KALHO

Tengo alas para llegar a todas partes
para entender la tierra desde el cielo
Tengo alas para portarte siempre
y llevarte conmigo en este vuelo
Niño y joven que persigues una meta
nunca renuncies a tus bellos sueños
Porque allí donde están tus grandes alas
portarás los inviernos y lo excelso
sin malicia, sin sonrisas vanas
¡Solo amor, proyectos e ilusiones!
Porque allí donde están tus sueños
navegará la nube preferida de los cielos
devolverán tu imagen los espejos…
y ya nunca perderás el vuelo
Almas de México y tantas partes
que se fueron sin querer al cielo
no nos abandonen y perdonen
que las alas se troncharon en flagelo
que no gritamos imaginando el horror
porque somos apenas un granito
en la inmensa playa de la creación.
Amparo Estévez Saviza/2014
Derechos Reservados de Autor

martes, 11 de noviembre de 2014

Título: CICATRICES Autor: Diego López (Argentina)





Diego Lopez
4 min ·
Me despojé de las lágrimas sangrando mis harapos viejos
aliviané el peso de cada quebranto infesto de dolencias
conocí la solitud del modo más cruel… fornicando con ella
parí injurias desde la entraña macabra de la desesperanza
naufragué tiempos en ciénagas de estremecidos recelos
y me desnudé en la penumbra de mis propios laberintos.
Una mujer se vistió de esperanza para concebir esperanza
un hombre desolló lazos para que la distancia labre olvidos
adormecí los pasos bajo el veneno de espinas malolientes
porque es fétida la huella del que hiede a fracaso y delirios
una mujer se vistió de sueños para concebir nuevas albas
un hombre copuló éteres para que la brisa ofrendara alas.
Y me ha dolido la vida… sabiendo me dolerá aún la muerte
pero erijo mi mano colmada de nada para llenarla de ansias
Y me he visto enclaustrado en el calvario de mis soledades
pero soporto el crepúsculo… para hendirlo en amaneceres
Y me ha abandonado la suerte porque no ha sido mi credo
pero elevo una plegaria para que no me hurte estos versos.
Duele el instante que cree y que crece… duelen mis tiempos
duele el sufrimiento… hasta que la herida sana en cicatrices
y desnudo mi alma sin aprensiones de un tiempo que reside.
Título: CICATRICES
Autor: Diego López (Argentina)
Imagen tomada de la red

viernes, 7 de noviembre de 2014

Título: PLEGARIA PARA MIS INSTANTES Autor: Diego López (Argentina)



Diego Lopez

Contempla mis credos y atiende esta súplica que clama mis adentros
por este mundo atestado de sanguinarias muertes desollando sueños
por esas lágrimas corroyendo la inocencia de cuerpos vejados y ajados
por esas almas perdidas en laberintos de corduras copulando desvaríos
por ese niño muriendo de hambre cuando sus padres fenecieron antes
por la injusticia socavando miradas enceguecidas de dolor e impotencia
por el hombre que ha perdido su rumbo en la penumbra del tormento
por la desidia aletargando hechos en la efímera impronta de los olvidos
por la sonrisa mutilada en la herida putrefacta del silencio en solitudes
por la verdad que sucumbe a quimeras atestadas de lujuriosos encantos
por la vida que es valquiria aguerrida y gladiador curtido en los inciertos
por la esperanza sabedora del feroz reflejo que ofrenda la desesperanza
por la gratitud silenciosa de las manos desprendidas al génesis de las albas
Contempla mis dogmas en este altar donde elevo mi plegaria sin tiempos
por este instante, por este ahora… por nosotros que sabemos de puntales
por la fe… que empecinada en avizorar horizontes glorifican tu existencia
contempla mis credos… y atiende esta súplica que clama mis adentros
Título: PLEGARIA PARA MIS INSTANTES
Autor: Diego López (Argentina)
Imagen tomada de la red

biografia florencio sanchez.mpg

ALBERTO INGOLOTTI COMO LA VOZ DE FLORENCIO SANCHEZ

martes, 4 de noviembre de 2014

Ezequiel Martínez Estrada



04 NOVIEMBRE (1964)
EN BAHÍA BLANCA
Muere Ezequiel Martínez Estrada
Poeta, crítico, narrador y ensayista, caracterizado por el tono cáustico, polémico y avinagrado de su producción intelectual, fue dos veces acreedor al Premio Nacional de Literatura y presidente de la Sociedad Argentina de Escritores. Autor, entre otras obras, de "La cabeza de Goliat", "Títeres de pies ligeros", "Radiografía de la pampa", "Muerte y transfiguración de Martín Fierro", "Análisis funcional de la cultura", "Heraldos de la verdad" y la desorbitada invectiva "¿Qué es esto?", cuya lectura remite inevitablemente a formularse la pregunta del título, nació en San José de la Esquina, provincia de Santa Fe, el 14 de septiembre de 1895.

"Ezequiel Martínez Estrada, profeta desdichado" - Documental

El principito (Audiolibro) - completo

Ser o no Ser. To be or not to be. (Monólogo de "Hamlet") de William Shak...

"Inmolación por la Belleza" de Marco Denevi

La vida es sueño - Calderón de la Barca (recitado por Feneté)

Si tu me olvidas - Pablo Neruda - Recitado por Feneté - If you forget me

POEMAS RECITADOS POR JORGE LUIS BORGES

Tinta de Sangre Marcelo Roberto Galán Capel Namaste - Dos razones



Dos razones
3 de noviembre de 2014 a la(s) 15:29
Nos conocimos por dos razones,
mi poesía y tu mirada,
yo quería encontrar el punto
en que un papel supiera
más que el autor,
y tú esperabas el amor
tan sólo así,
como el primer rayo de sol
al pasto primero,

yo corriendo como quien corre
buscando siempre la quinta esquina,
tú como ese principio,
sin preguntas y sin respuestas,

nos conocimos por dos razones,
yo era la puerta
que tú deseabas encontrar abierta.

Nos entendimos por dos razones,
los dos mirábamos el mismo paisaje
que suele robarle a la calle la nostalgia,
tú extendías los brazos
como quien se desangra,
y yo esperaba que duraras todo el día,
como quien mira el reloj
pensando en los segundos,
aceptando el mundo en la punta de los dedos,

yo con esas ganas cursi
de decirte cualquier cosa,
con ese temblor en la voz
ante la urgencia de decir,
tú con ese desconcierto
propio del recibir,
como ese verbo transparente de palabras,

nos entendimos por dos razones,
yo me quedé en tus ojos
y tú te volviste increíble ternura.

Nos enamoramos por dos razones,
un amor a prueba de nos
que supo desvelarnos,
tu rostro llegó primero
a mis manos sorprendidas,
y con trazos invisibles fui tu caricia,
y acepté tu camino,
y fui el sitio en que estabas entre signos y dudas,
y me contemplaste con una claridad que alumbra,

yo como esa poesía que llega
al cuerpo y el alma,
como librando batallas
entre hojas secas y lluvia,
tú con tu traje de brisa y tu paciencia,
tú, con un amor de cosas y todo tu amor,

nos enamoramos por dos razones,
te enfrentaste a mi espejo después de todo,
y me sentí el amor más que nadie,
como esos pasos nunca esperados.

Estamos encarnizadamente vivos
por dos razones,
nos preferimos,
somos constantes,
somos el eco irremediable del silencio,
somos el miedo antes de ser nosotros,

por dos razones,
somos aquel ir y venir
del mismo sueño,
tú como el viento nuevo
y yo escribiendo.

Tinta de Sangre
Marcelo Roberto Galán Capel
Namaste

Copyright © Todos los derechos reservados

lunes, 3 de noviembre de 2014

Amparo Estévez Saviza-La Plata- Argentina - ANTE LA NATURALEZA… ¡Qué poquito somos! Diminutos y breves…




ANTE LA NATURALEZA…
¡Qué poquito somos!
Diminutos y breves…

Los pasos avanzan, los brazos amagan
desierto de sol infinito, sin siembra
que cubre lo habitable, transita la arena
olvídase del ser, lo moja de oleaje
cuando en su pobreza cobija su senda,
y esconde la brisa para mitigar la pena

Desafíos sin tregua disgregan porfía
más hábil se cree el hombre y condena
las almas despiertan y ajustan la brecha
pero un nuevo día se trepa en las piedras
presagian futuro, eluden el juicio
y la avaricia cruza las fronteras

Ya sabe el hombre que el tiempo apremia
y sin embargo desafía las tormentas
absorbe los vinos de la copa rota
culmina festejos y hace protestas
sonríe a eras que pasan prestas
los días de vida de especies ya muertas

En el brindis triste que lo mata y muere
intenta ganarle al cosmos, a la tierra
pero hablan los trinos de pájaros buenos
elevando silbidos en medio de truenos
y es vergel de riquezas sobre la mesa puesta
nido de ansias que piden a Dios los proteja

Matando de a poco la naturaleza…
El agua lo ataca y los vientos se trepan
Los volcanes rugen y muestran el fuego
Los cóndores observan, las águilas condenan
Los peces mueren, los niños no saben
Que “las Crisálidas” mueren y sin embargo esperan…
Amparo Estévez Saviza-La Plata- Argentina/DRA/2014


PARA SIEMPRE Autor: Diego López (Argentina)




Diego Lopez
24 min ·
Desnudas mis silencios con un jadeo… con un gemido
y acaricias hasta la sombra de mi cuerpo sin sombras
Rodeas mis trémulos espasmos con tus impíos besos
y me tiembla el alma sorbiendo el deseo de tus ojos.
Desgarras la cordura de mi inocencia ávida de placer
y es ardiente la caricia de tu vientre en mis entrañas
Abrazas la sentencia de mi desnudez en tus avernos
y clavas tu saeta en el acierto exacto de mis pasiones.
Solloza el alma que sabe de lujurias comulgando amor
y es veneno la pócima del sudor sobre el bello pagano
Una lágrima culmina en grito desgarrado de fruiciones
y me besas… me habitas… me amas… me enclaustras
para siempre. (Sobre esta eternidad que me incinera)
Título: PARA SIEMPRE
Autor: Diego López (Argentina)
Imagen tomada de la red

lunes, 27 de octubre de 2014

ALONDRA VALEY - LA LLUVIA TE TRAE





LA LLUVIA
TE TRAE

te llama
te extraña
te busca
y escapa

TE TRAE
en gotas
pequeñas
de lluvias
internas

TE TRAE
en besos
dormidos
abrazos
de aullidos

TE TRAE
Voces
y truenos
en noches
de sueños

TE TRAE
y moja
el cristal
y espera
no llorar

TE TRAE
Y llora
y ninguna
caricia
tiene
la calma

TE TRAE
Ese beso
que besa
empalaga
Y muere
en la
madrugada…
ALONDRA VALEY

domingo, 26 de octubre de 2014

ALFONSINA STORNI - Fiero amor




poemas

FIERO AMOR

Oh, fiero amor, llegaste como la mariposa.
Cuando comienza Octubre se aproxima a la rosa;
era silencio todo, era silencio abierto
a sombras misteriosas como el ojo de un muerto.

Yo era la misma sombra, yo era menos, yo era
una cosa durmiente que ni sueña ni espera,
cuando el vuelo de aquella mariposa celeste
me hizo gorjear de pronto como un pájaro agreste.

Oh, cien soles se alzaron por el lado de oriente,
oh, cien ríos corrieron por la misma pendiente,
oh, cien lunas de plata brillaron en el cielo
y cien altas montañas emprendieron el vuelo.

Abrí los brazos: tuve la divina locura
de tocar con mis dedos las cosas de la altura.
Abrí los ojos: tuve la divina tristeza
de beber con los ojos la celeste belleza.

Lloré, lloré sin tregua; grité: Corazón mío,
detente en el camino que lleva al desvarío;
pero el corazón mío fue una gota de cera...
Dios, ¿qué pudo esa gota contra la primavera?...

Fiero amor: en tus manos yo he soltado mi vida;
acógela: Paloma que se posa rendida
en las garras sangrientas, ya no bate las alas:
muere de lo que vive; vive de lo que exhalas.

Bien sé que no hay cien soles que nazcan en oriente,
bien sé que no hay cien ríos por la misma pendiente,
bien sé que no hay cien lunas que brillen en el cielo,
bien sé que no hay montañas que se alarguen al vuelo.

Bien sé que las palomas ciegan sus ojos, dejan
en el nido las plumas, las auroras se alejan,
caen las hojas, viene el otoño, la muerte,
y se agrisan los días, y se agrisa la suerte.

Pero soy una esclava del dolor y lo adoro
como adora el avaro el sonido del oro:
oh, terrible tormenta de relámpago y rayo,
en tu fuego revivo, en tu fuego desmayo.

Fiero amor: soy pequeña como un copo de nieve,
fiero amor: soy pequeña como un pájaro breve,
triste como el gemido de un niño moribundo,
fiero amor, no hallarías mejor presa en el mundo.

Ninguna moriría más ligero en tus garras,
ninguna moriría más pronto en tus amarras.
Alumbra, sol naciente... Naturaleza, crece:
sobre la vida oscura la muerte resplandece.

sábado, 25 de octubre de 2014

Tinta de Sangre Marcelo Roberto Galán Capel Namaste - Porque tienes...



Porque tienes

Porque tienes esas hojas
que en vertical danzan,
ese oficio de la palabra
que es en tu boca,
pequeña ternura,

porque sabes estar presente
con una mirada que no se deja caer,

porque te acomodas al silencio
y un día te contestas,
y tu amor es un verso
de dos extremos
y una sola entrada.

Porque tienes la nada
y eso te hace libre,
y entonces decides la pausa,

porque tus caricias son largos caminos,
con algo de dulzura y un poco de sueño,

porque juntas las raíces del aire
y tu propia voz es el momento justo,
y tu cielo de ardiente deseo
ya no necesita dormir más,
ya no más.

Porque tienes en cada mano
un ramo de ventanas,
y entre espirales de soles y lunas
tienes ranuras,

porque llevas mi nombre,
porque tienes mi lugar,
porque a veces te pareces
a un beso inmóvil en medio de la calle,
y un segundo antes que el labio
eres el cántaro de tu propia sed,

porque te contagias de alas
y te vuelves inmediata,
y cada tanto cambias de sitio
como quien dibuja.

Porque tienes ese movimiento que se prepara,
esa demora para llegar varias veces
sin conocer el punto,
porque has amado y por amor eres abrigo,
porque eres quietud y subtítulos,
y existes en un puente sin gente ni vestiduras,

porque sin ti los pájaros
se callan demasiado,
y contigo los plurales son mañana,

porque tu belleza tiene muchas puntas,
porque te amo y es allí
cuando me permito viajar entre líneas,
porque con la misma naturalidad del amor,

te amo casi tiernamente,
como asaltando la vida,
te amo y tal vez un día,
de amor no necesite regreso,

porque tienes un amor de ojos abiertos,
porque tienes un amor de ojos cerrados.

Tinta de Sangre
Marcelo Roberto Galán Capel
Namaste

Copyright © Todos los derechos reservados

Julio Cesar Aguilar - ALETEO ENTRE LOS TRINOS





ALETEO ENTRE LOS TRINOS

Médanos de sombra en el resplandor
umbrío.
Manantial
allá lloviendo su letanía de relámpagos
y bajo el azoro
la celebración de atisbos.

(Cascada en azogues purificados.)

Cisterna la opacidad.
Incertidumbre por los recodos: mínimo
polvo, inasible arena:
luz insaciable. Esa la luz
aleteando
con levedad
entre los trinos todos del nunca atardecer.
Médanos
de nada.

Dunas desde el deseo y el ser,
sobre los riscos
en el perfil
del paisaje asoman.

Y polvareda en el sendero.
Amadrugado hacia el silencio así
nace el delirio:

Diego López - TE AMO




Diego Lopez

Te amo…
Porque tus ojos me hechizan en los instantes
Porque tus abrazos contienen mis saudades
Porque tus manos sostienen las mías trémulas
Porque tus huellas me enseñan un peregrinaje
Porque tus besos saben a océanos sin desierto
Porque tus palabras acarician todos mis versos
Porque tus silencios profieren un amor eterno
Porque eres antes y después de mis solitudes
Porque eres… porque existes… y me habitas
Porque sí… por todos y sin todos mis motivos
Te amo.
Diego López

sábado, 18 de octubre de 2014

LA MADRE y LA MUJER - Amparo Estévez Saviza





LA MADRE y LA MUJER
Es la mujer como una niña pequeña que pide caramelos de mimos y sabe que sólo será posible si lo cristaliza a través de lágrimas y besos

Que extiende su mano para recogerlos a sabiendas que no siempre llegarán.

Que sabe sonreír aún cuando sus entrañas
todavía asisten al parto con dolor en los pasos de sus hijos.

Vive la nostalgia de ver repetidas sus historias.
Acepta lo que les depara la vida y al hijo que crece en su vientre luego de hacer el amor con diferente propósito.

Escucha el sonido de los vientos fatalistas y crean la
armonía en torno de sus trémulas manos buscando un trozo de pan en la miseria.
Cree en el futuro, lo necesita para entregar la sabia acumulada de sueños que intuye no siempre se cumplirán.

Es tangible para amamantar, para besar, para acariciar, para sostener, para
vivir en la lucha y es intangible para postrarse ante Dios y pedirle por los que ama, ofreciendo su alma en cada nueva pelea.

Para trabajar más allá de sus fuerzas.

Para inventar el amor cuando peligra la familia.

Para perder belleza en pos de objetivos diversos y no se lamenta, sabe que lo va entregando todo…Y no entiende otra manera de transitar por la vida cuando ama a su entorno como parte de su propia historia latente… Esa magnífica puesta de sol
que se plasma en el alma y devuelve una luna redonda, una luna que revienta de orgullo
si llega a la meta…
Y no siempre hay una meta, pero se vislumbra a través de las prolongaciones que son los hijos…
Un mundo de valores que se marca poco a poco, y siembra futuro, esperanza; es
constancia propia de la mujer que sabe amar hasta el punto de ver el final del camino
y vestirse de fiesta para cortar la cinta de los logros, sin fecha de vencimiento…
Amparo Estévez Saviza/La Plata/Argentina/2014

A mis hijas, nueras, amigas y conocidas ¡¡¡FELIZ DÍA DE TODAS LAS MADRES!!!

viernes, 17 de octubre de 2014

HAY UN FRACTAL - Amparo Estévez Saviza


Hay un fractal
Que signa la realidad de cada ser viviente. El fractal de la vida es un minúsculo principio, pero grande en su esencia, en su impronta y en su potencial…De una pequeña figura de un centímetro cuadrado, se origina mi fractal. Poderosa piedra fundamental que va a constituirse en final incierto, pero que va a transitar por un mundo desconocido y que cada alma que se cruce modificará la evolución…
Estás en mi fractal, en ese pequeño y minúsculo mundo inicial se vislumbra ya tu figura. Eres el SER que se incluye con vida propia, que no fue convocado pero está…Eres mi camino sin sinuosidad, el faro encendido que modifica y hace crecer mi fractal. Eres el que está en la media fragmentación y se suma…En la siguiente y se suma…en las miles que irán proyectándose buscando el cielo. Su base siempre será ese cuadradito mínimo que le dio origen y hoy es un cubo, de la misma base pero que se eleva día a día. Y en su evolución sería tal vez un prisma o hipotéticamente ir reduciendo su escalera al cielo y transformarse el una pirámide que envejece…Los sueños son parte de los fractales y se me ocurre pensar que la impronta pueda modificarlos…o tal vez no…
Si no te hubiese encontrado, tal vez mi figura de un centímetro cuadrado, se hubiese convertido en una pirámide y tarde ya para albergarte, volvería a morir en la figura de la base… Sin modificaciones…Mi minúsculo cuadradito, sin fragmentaciones felices, sería un triste fin… aburrido y detestable por no haber logrado de la vida, la armonía, esa que hace de la rosa un vergel sin espinas…
Amparo Estévez Saviza/ La Plata/ Argentina/2014

Te ubico con los bellos Seres que me habitan, lo cual me habilita para quererte especialmente: Familia, amigos… Seres únicos que
hacen de mi vida un camino digno de transitar.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Tenemos un camino... - Diego López




Diego Lopez
3 h · Editado ·
Tenemos un camino para recorrer, el que elegimos o el que podemos transitar. Tenemos una vida para respirar su aliento, la que elegimos o la que decidimos peregrinar. Tenemos un sueño atestado de instantes anhelando sus concreciones, las que llegan a destino o las que yacen truncas en el sendero. Tenemos una lágrima resguardando el veneno de una herida, la que ha cicatrizado o la que aún permanece abierta. Tenemos esperanzas morando en nuestras plegarias, las que no declinan ante los silencios o las que fenecen en lo adverso. Tenemos una sonrisa bosquejando emociones, la que se promulga sobre la bonanza o la que esconde los sicarios quebrantos.
Tenemos la libertad de poder ser, de poder pensar y poder sentir. Tenemos la melodía de una vida… para que dancemos sus acordes.
Diego López

sábado, 11 de octubre de 2014

La vida es SIMPLE... - Amparo Estévez Saviza



La vida es SIMPLE...Cielo Azul o Gris/Camino Sinuoso /Naturaleza Verde Esperanza.(Como en la foto que muestro)
Un cielo que nos alumbre con su sol y con su luna-
Un camino que no es fácil pero está en nosotros transitar con el mínimo de dificultades.
La esperanza en cada proyecto, un verde que crezca como la naturaleza, sin pausa y sin prisa.
Esperanza de sentir que es posible, sabiendo de sueños; de creer en lo que se hace, de tomar lo bueno y amar como la entrega más sublime.
Si así nos plantamos ante la vida, siempre tomaremos el camino de la secuencia de los pasos impensados pero firmes.
Siempre habrá un rayo de luz delante de todo lo que se nos atraviese y seremos conducidos a la perfección, a la calma y a sentir que la vida es el regalo más valioso.
Habremos llegado al final establecido por Dios para cada uno, conscientes de haber existido como seres que aprecian su condición y valen para sí mismos y para los demás.
Amar y respetar a los compañeros de viaje, sentirnos libres sin afectar el compromiso mutuo y hacer que todo surja naturalmente, sin apremios, felices por haber dado en cada momento lo mejor de que somos capaces, extendiendo la mano o dejándonos ayudar en las dificultades.
Deseo que cada uno de nosotros reflexionemos sobre todo lo que nos ha sido dado y caminemos en la seguridad que cada paso nos acerca a un objetivo. El de
compartir los instantes, rodearnos de seres maravillosos que hacen sencillo cruzar
barreras, ríos, montañas, frío, lluvia, calor y transformar en Sonrisa las lágrimas y en Amor los gestos...
Amparo Estévez Saviza/2014

jueves, 9 de octubre de 2014

Diego Lopez - Todos los días me la encontraba en el mismo semáforo.




Diego Lopez
Todos los días me la encontraba en el mismo semáforo. Yo conduciendo para llegar hasta mi trabajo e iniciar mi jornada laboral. Ella, haciendo malabares con una sonrisa cuasi ficticia… intentando que los conductores fuéramos benévolos por la enmascarada limosna que pudiéramos darle. Esa mañana iba de muy buen humor, así que cuando le extendí un billete por el espectáculo circense que nos obsequiaba, me atreví a preguntar su nombre. India, fue su respuesta… en ese entonces no supe si me hacía un chiste o era verdad, de todos modos no cambiaba en nada mi vida, o al menos eso era lo que yo creía. India tenía los ojos oscuros como azabache es el oro negro. Su sonrisa por momentos parecía evocar recuerdos, y por momentos parecía ser tan forzada como forzada suele ser la vida a veces. Una figura estilizada, seguramente a fuerza de tanto malabar sobre el aire y sus espaldas. Una melena desplegada al tiempo, como se despliegan los sueños al viento. Y la misma calle nos encontraba siempre, la misma esquina con las mismas forzadas sonrisas. A veces uno va tan inmerso en sus preocupaciones que las almas que nos peregrinan a pocos metros de distancia, son solo meros espectros de alguna vida que no nos pertenece. Y los malabares se sucedían, y las monedas caían en un sombrero negro, azabache como unos ojos risueños. Y el trabajo agobiaba, y los días pasaban como sentenciados por la rutina o una desesperanza respirándose en la brisa de algún invierno.

Todos los días me la encontraba en el mismo semáforo, y de tanto cruzarnos en silencio se me fue haciendo costumbre verla. Pertenecíamos a mundos distintos, pero una rara sensación me respiraba el alma cada vez que esa esquina nos abrazaba desde la distancia. India no tendría más de 25 años, y era raro que yo a mis 45 me estuviera fijando en su juventud. La verdad tenía miedo de verla con otros ojos, tenía miedo de que volviera a perder lo que tocaba. Hacía un año que una tumba sin tiempos alojaba a mi mujer, hacía un año que no paraba de llorar por la añoranza y ausencias. A veces la vida te arranca lo más preciado, a veces la muerte se confabula con la vida para nunca más devolver lo que nos han quitado. No sé, tal vez el tiempo sana heridas, pero no es fácil transitarlo. Y la misma esquina, y los mismos malabares me fueron hechizando. Es cierto que mi timidez no ayudaba mucho, es cierto que sin buscarlo India me calmaba las penas… y ese momento del día se tornaba como mágico rito que esperaba con ansias desde la noche anterior. Un domingo en que no trabajaba y salí para despejarme amén de la tormenta que se veía en el horizonte, la encontré ahí… en la esquina que se tornó paso obligado para mis días en solitud. Comenzaba a llover y el destino quiso que juntara coraje y me ofreciera a llevarla hasta su casa. Una tímida voz asintió a la ofrenda, teníamos la confianza del que conduce y el que hace malabares… extraña pero cierta. India fue todo el viaje en silencio, acomodando sus herramientas de trabajo, urdiendo sus dedos como con un nerviosismo que me amedrentaba. Contemplé su belleza en silencio, como en silencio ella descubrió todas mis tristezas. No vivía lejos, una humilde casa, donde los relámpagos la perdían en la negrura de la tormenta. India se apeó del auto y en agradecimiento me dio un beso en la mejilla. En ese momento mi pecho estalló en miles de versos, en cientos de mariposas, en millones de colores, en centenar de canciones. En ese instante me dejé vencer por el amor, para saber que había ganado la batalla al dolor. Supe que volvía amar, no sé si sería correspondido, no sé si India se fijaría en alguien maduro y con una brecha importante entre nuestras edades. De todos modos, volvía a sentirme vivo y esas húmedas gotas se confundían con mis lágrimas, esta vez de alegría. Esperaría el momento oportuno para profesarle este tan silencioso y extraño amor nacido en el cruce de una esquina con color a malabares.

Y al otro día, cuando el sol se opuso a la tormenta, la esquina me aguardaba silenciosa… sin India, tal vez la lluvia impidió su traslado. Y al otro día la esquina silenciosa y sin malabares… y al otro día, y el que venía. Una semana en silencio tortura hasta el más fuerte corazón. Junté como nunca antes todo el valor y marché hasta su casa. Tímidamente golpee la puerta y nadie respondió, tímidamente mi pecho volvió a extrañar. La vecina que por curiosa o por buena gente… para el caso me daba lo mismo, se acercó y me dijo que India permanecía en el hospital. Uno se da cuenta en el semblante de la gente cuando se respira preocupación. Pregunté “¿es grave?”. Ella solo respondió, “Está en manos de Dios”. Callé mis lágrimas, callé ese grito desgarrador que hubiera querido dar y me fui corriendo hasta el hospital. En la recepción no preguntaron si era familiar o que lazo me unía a ella, amor a veces alcanza para unir personas. Tenía miedos, tenía sueños, tenía de todo convulsionado en mis adentros… todo tenía que lo perdí cuando la vi sobre esa camilla perdida en las paredes de una habitación. India veía el cielo dibujado en el techo mientras una lágrima caía sobre la almohada. Como si me estuviera esperando desde siempre me extendió la mano, me ofrendó su silencio y yo los míos. Fue cruel la realidad de ese cuadro del cual detestaba cada pincelada dada. Cáncer, India tenía carcinoma y un seno severamente comprometido. Una mastectomía completa era lo más indicado. El cáncer osa devorar la esperanza como también cercenar mañanas. India estaba sola en el mundo, sola con sus miedos, con la muerte respirando sobre su aliento, sola frente a un espejo macabro que le devolvería para siempre su aspecto mutilado. Cáncer, otra vez hurtándome lo que me llenaba de vida. Con el tiempo aprendí que la vida no era injusta ni justa, era simplemente la antesala de la muerte… inasiblemente un grito antes del silencio.

Tal vez si India hubiese notado que sus mamas no estaban bien, tal vez una mamografía, tal vez un control… tal vez el destino osó jugar sus cartas de esta manera, y la partida, la partida aún no estaba perdida. No sé qué será de ella, sé que no quiero perderla, le tomé fuerte la mano, besé sus labios sin importarme la respuesta… no está sola, porque el amor nos elige… en el tiempo, en la hora, en la esquina… en estos malabares de la vida con la muerte.

OCTUBRE MES DE LUCHA CONTRA EL CANCER DE MAMA
PINTEMOS LA VIDA DE ROSA… TOMEMOS CONCIENCIA
Diego López

domingo, 5 de octubre de 2014

Estar Enamorado de Francisco Luis Bernárdez

EXISTE UN FRÍO... - Amparo Estévez Saviza



EXISTE UN FRÍO…
Que no es el de las ventiscas
Que no es el del invierno
Que no es las pálidas noches
de la niebla y los avernos

Que no es de los niños sin madre
Que no es de rostros sin muecas
Que se adueña de las almas
y las muelen en las ruecas

Más allá de los pesares
el hombre disfruta la vida
camina en busca de suerte
y sufre en las utopías…

Hay niños en pesebres
que nacen todos los días
signados por una estrella
que cercena sus vidas…

Y corren como saetas
las noticias de la luna,
que no están en el poeta
porque lo malo no alumbra

Existe un frío que yace
en el postrer de las almas
y entiende vivir la muerte
como vida en otras almas

Y se suceden los hechos
plagiando las esperanzas
de rezos y religiones
que casi nunca alcanzan

Y todos los que fuimos niños
no sabemos qué nos pasa,
pero hay un frío profundo
allí, donde van las almas…
Amparo Estévez Saviza
La Plata-Argentina
Derechos Reservados de
Autor/2014

sábado, 4 de octubre de 2014

SIEMPRE QUE LLUEVE…- Amparo Estévez Saviza




SIEMPRE QUE LLUEVE…
Pienso
en los niños sin abrigo
Pienso
en los que no tienen techo
Pienso
en los que se ven afligidos
Pienso
en los sueños pertrechos
de albores perdidos…

Y Pienso…

En
las manos azules
En
los labios temblando
En
semanas sin lunes
En
espacios sobrando
SÍ…
Sobrando de luces
SÍ…
Sobrando de juegos
SÍ…
Sobrando de abrigo
SÍ…

Sobrando la magia
Sobrando ternura
¡Espacios tan llenos!
que muchos tenemos

Tenemos un brazo
y no lo extendemos
Tenemos los labios,
sonriendo y bebiendo…

¡Que hay niños llorando,
perdiendo sus sueños!

¡Que muere la risa
Si nos detenemos!

Amparo Estévez Saviza
La Plata/Argentina
Derechos Reservados
De Autor/2014

viernes, 3 de octubre de 2014

El cuervo y la hija del rey - Poema Medieval de: William Morris



Colaboración de
Mèdico, poeta y loco
1 de octubre a la(s) 20:19 ·
El cuervo y la hija del rey.
Hija del Rey, sentada en la alta torre,
Mientras el verano es el escudo de muchos,
¿Porqué te lamentas mientras las nubes pasan?
Entre la costa y el campo los altivos cisnes cantan,
¿Porqué te lamentas sentada en tu ventana,
Hasta que por tus frágiles dedos corran las lágrimas?
La Hija del Rey:
Lloro porque me siento sola
Entre estos muros de cal y piedra.
Los hombres se sientan en el salón de mi padre,
Pero para mí él construyó esta torre vigilada.
Y desde aquí he visto el dorado sobre el verde,
Sin noticias sobre mi verdadero amor.
El Cuervo:
Hija del Rey, sentada sobre el mar,
Cantaré una historia que os pueda alegrar.
Ayer he visto navegando un barco enorme,
Cuando el viento soplaba feliz desde el norte.
Sobre aquel labrado mástil me senté,
Y mi corazón se estremeció con fe,
Pues entre la tabla y el oscuro azul del mar,
Su espada cantaba dulce los hechos que serán.
La Hija del Rey:
¡Océano estéril! ¡Amarga entre todas las aves
Un estéril cuento mis oídos han escuchado!
El Cuervo:
Los hombres de vuestro padre fueron severos,
Ataviados con escudos y brillantes yelmos.
La Hija del Rey:
¡La peor de las historias me narras,
Las palabras como saetas me desgarran!
Vuela al sur, hacia los campos de la muerte,
Y que nada dulce en tu lápida pueda leerse.
El Cuervo:
Oh, allí estuvo Olaf, el de los lirios rosas,
Tan justo como cualquier roble que crece.
La Hija del Rey:
Oh, tierna ave ¿Qué hizo él entonces,
Entre las lanzas de los caballeros de mi padre?
El Cuervo:
Entre la tabla y el azul oscuro del mar,
Él cantó: Mi verdadero amor me espera.
La Hija del Rey:
Así como esta dura losa conoce mi dolor,
Aún no estoy agotada, mi amor.
El Cuervo:
Él cantó: Así como una vez tuve su mano,
Al final sus labios volverán a mis labios.
La Hija del Rey:
Y así como nuestros dedos se entrelazaron,
También volverán a unirse nuestros labios.
El Cuervo:
Él cantó: Que venga la ruina, el hierro y las llamas
¿Pues qué otra cosa romperá la torre sino la fama?
La Hija del Rey:
Oh, Sol, Ascended y caed con premura,
Para que la esperanza triunfe sobre la muerte.
El Cuervo:
Hija del Rey, sentada en la alta torre,
Dádme un regalo por mi cuento y volaré:
El oro de tu dedo frágil y pálido deseo,
Pues sólo eso tienes de tu viejo anhelo.
La Hija del Rey:
Junto al anillo de mi padre hay otro,
Con un beso me fue dado por mi madre.
Vuela, vuela a través de los mares
Para ganar otro de mis presentes.
Vuela al sur a traerme noticias reales,
Mientras en verano sea el escudo de muchos.
La hierba crece roja con el rocío de la batalla,
Entre la costa y el campo los altivos cisnes cantan.
El Cuervo:
Hija del Rey, sentada en la alta torre,
El verano brilla sobre el escudo de muchos,
Las noticias de la marea hablan de muerte,
Mientras en la costa y el campo los altivos cisnes cantaban;
En la tierra de los Francos él se encontró con sus lanzas,
Y la planicie entera con sangre fue sembrada.
Alta creció la fría luna cubriendo el sol,
Cuando los cuernos sonaron sobre la batalla ganada.
La Hija del Rey:
¡Caed bajo la justicia, ave! Cantad sólo la verdad
De los hechos que aquel hombre en su día realizó.
El Cuervo:
Steingrim se plantó ante su bandera,
Y los yelmos fueron rotos y las astas cayeron.
La Hija del Rey:
¿Un hombre temerario, bueno y necesario,
Puede cantar las hazañas de otro?
El Cuervo:
Donde Steingrim pasaba la batalla sonaba,
Sin embargo el pie de Olaf era más rápido.
La Hija del Rey:
¡Ah, con hechos de gloria el mundo ha de crecer!
¿Pero a qué tierras lejanas ha llegado mi amor?
El Cuervo:
Sobre la cubierta junto al mástil,
Allí yace ahora, descansado profundo.
La Hija del Rey:
¿Lo habéis oído antes de que caiga en el justo sueño?
¿Pronunció palabras ante sus hombres?
El Cuervo:
Creo que a su dama dedicó una canción,
Pero luego nada más pronunció.
Antes de que la batalla los uniera,
Steingrim una palabra le dijo:
"Si volvemos con las banderas de paz,
En la casa del rey mi fama crecerá,
Las puertas no estarán cerradas,
Y para mí siempre se abrirán.
Luego, hacia la íntima alcoba iremos,
Donde el amor su dorado manto cose.
Te llevaré adentro, y pondré su fina mano
Sobre el cuello adornado de lirios.
Dejaré al rey el radiante satisfacción,
Mientras aquella noche sea de ustedes dos".
Ahora corre hacia el norte la proa de Steingrim,
Y la lluvia y el viento golpean desde el sur.
La Hija del Rey:
Mirad, ave de la muerte, el anillo de mi madre;
El canto nupcial aún debo aprender,
Y ya no veo desagradable mi cuarto solitario;
Pues el viento, el viendo ha de gemir
Mientras ordeno el lecho de bodas.
El verano brilla en el escudo de muchos,
Pues la lluvia, la lluvia roja ha de caer,
Mientras en la costa y el campo los altivos cisnes cantan.
Antes de que el día surja de la noche,
El verano brilló sobre los escudos,
Ella escuchó el cuerno de Steingrim
Mientras los altivos cisnes cantaron.
Antes de que el día oscuro concluyera
Se oyeron los pasos de Steingrim en la escalera.
La lanza y la flecha cayeron lejos,
Mientras los pesados pies subían.
¡Oh, pesados son los pies de aquel que porta
El anhelo de los días y el dolor de los años!
Reposad, reposad, dulce lirio,
Sobre tu cuello descansará la mano.
No importa si el rey vibraba en radiante satisfacción,
Pues aquella cama fue ocupada por los dos.
Inmóvil cuando él permanece inmóvil,
El corazón yace junto al corazón.
Tal vez mis oyentes quieran hablar,
Debatir sobre esta triste historia,
Por lo tanto los dejaré piadosamente
Bajo el verano sobre los escudos.
Los días descansan hoy bajo la piedra,
Mientras en la costa y el campo los altivos cisnes cantan.
Poema Medieval de: William Morris

domingo, 28 de septiembre de 2014

AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA- - LLUEVE Y TE EXTRAÑO...




REFLEXIONES DE DOMINGO

Llueve y te extraño…
Parece una frase que decimos siempre que llueve.
Lo decimos muy
en lo profundo del alma, pero una cuestión es decirlo porque alguien tiene la culpa
de lo lejos que está la persona que extrañamos y otra muy diferente es que suceda
cuando nada hace que eso pase, simplemente pasa. Pasa la vida y en ella se suceden
instantes, horas, días en donde extrañar a alguien es algo tan natural que forma parte de nosotros mismos.
Significa que sin haber incorporado a alguien en nuestras vidas, esta
otra vida se instala en nosotros sin pedir permiso.
Lo extraño es que transcurre como
algo natural. Algo que aceptamos sin planificación. Algo que no dudamos que es nuestro. Algo que nadie puede quitarnos y que aún extrañando hace que nunca estemos solos…
Algo así como el mar acepta al viento y baila a su compás, forma las olas y a veces
hace estragos en la orilla, a veces en medio se hunden las embarcaciones, a veces la calma hace soñar a los bañistas, pero nada hará que el mar no acepte al viento, éste forma parte de su realidad. Su reacción es natural y nada ni nadie dudaría porque es su esencia.
Cuando el alma pronuncia estas palabras como verbo ya nada cambiará y ahí es tal vez donde las personas aceptamos a Dios…Cuando entendemos que hay algo mucho más allá de nosotros que hace del ser un único sujeto del imponderable destino.
Todo en el camino se puede transformar, mejorar y hasta malograr, pero esto que se siente, no. Va con nosotros a pesar de no haber nacido con ello. Un día despertamos y somos habitados.
Nos damos cuenta recién cuando un grito real nos hace pronunciar un nombre, una
significación intangible, una aceptación real que puede traernos felicidad, tristeza o decepción, pero lo que sí es seguro que al formar parte de nosotros mismos, sabemos nunca nos abandonará.
En ésta categoría de éxtasis del alma, entra el amor. El amor a los padres, a los hermanos, a los hijos, a los nietos y porqué no a nosotros mismos que somos capaces de amar a una persona que pasó o está a nuestro lado sin preguntarnos nada, tan solo agradecer a la vida por habernos proporcionado la dicha de amar así…como una bendición y seamos o no correspondidos, éste sentimiento nos habitará para siempre.
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA-LA PLATA-ARGENTINA

sábado, 27 de septiembre de 2014

La Biblioteca de... José Luis Sampedro (Conferencia completa)

viernes, 26 de septiembre de 2014

¿QUÉ HARÁS? - AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA





Alondra Valey
2 min ·
¿QUÉ HARÁS?
Cuando todo lo intangible haya desaparecido
Cuando ya no canten los pájaros de la poesía
Qué harás después del sol si te prometen la luna
Solo la luna…desprovista del ropaje de la impronta
Sin mensajes…sin reflejos de la nada pero que lo dicen todo
Todo, absolutamente todo lo que requiere tu alma…
¿Qué harás? Cuando nadie te mande rosas por las noches
Cuando hablen las hadas y no las escuches…dónde estará la magia
Si por los mares te hundes…
Si buscas en la sombra e intentas tomarlas y ya se fueron
Qué harás con los duendes que te habitaban, matando los sueños
Tangibles tus manos…tocas y vives. Pieles sin dueño
Poco, casi nada
Caricias posibles de tacto perfecto, lúgubres, finales sin voces
Sin palomas que aniden, sin palabras bonitas, solo la vida…
Añorando libertades se soñar despierto
Alimentos del alma que habitan otra alma
Qué harás cuando ya no las encuentres porque habrán muerto
Leerás poesía, pero no serán voces que tú reconozcas
Que te hagan vibrar de sólo mirarlas
Sólo serán las rimas que a otros regala
vocación de magia, sin lágrimas, inventada
Presagios de dudas, de buenas palabras
de poquita cosa si a Ti no te hablan…
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA/ 26/09/2014
Registro Reservado de Autor/ Argentina

miércoles, 24 de septiembre de 2014

EL CUENTO - Diego López - Contemporáneo




Diego Lopez
1 h ·
Acá sentada sobre la acera del tiempo, he decidido enfrentar lo que tanto he eludido… mis recuerdos. Una lágrima comienza a ejercer fuerza en los desiertos de mis ojos para convertirse en vertiente inacabable de mis tristezas. Con los años, el peso de la culpa ha doblado mi cuerpo hasta casi besar el suelo con mis labios partidos por los silencios. Con los años, mis cabellos emigraron con el viento por no poder ya soportar mis nostalgias. Sí, algunos quedaron para recordarme a diario camino hacia la cenicienta vejez. Mis manos, mis manos fueron encorvando sus dedos de tanto cerrar el puño por impotencia. Mis ojos, que decir de ellos, se anclaron en un horizonte perdido de pasados… y allí murieron para siempre, porque jamás pude avizorar mañanas. Mi alma sabe de lo que hablo, esos adentros tan marchitos como pútridos han sido mis pasos. No hay instante de este camino transitado en que no me arrepienta de mis actos. Y esta condena, esta condena me está matando.
No puedo buscarte, me lo he jurado… no puedo seguir lastimando tu esencia. Cuando naciste, a pesar de nuestro lazo, siempre supe que debíamos emprender caminos distintos. Lo sé, no fue la manera ni la forma, pero a mis 13 años y sola en el mundo… no me quedaban muchas opciones. Tu sonrisa dibujada bajo tu mirada con ojos color miel me persiguen como inquiriendo el destino trunco que deposité en tu cuna. Esa noche cuando decidí dejarte a tu suerte, entendía a la distancia también me abandonaba yo para siempre. Sé que no tengo perdón sobre mis acciones, solo me queda la tranquilidad de haber permanecido tras los arbustos hasta que esa muchacha encontró el cochecito con tu alma dentro. Una muchacha que vino a buscarme, porque con el tiempo dio con mis despojos. Puedo decir que ella siempre quiso supieras de donde venías, porque tu identidad es parte de tu senda. Y no pude, de verdad mi yerro devoró mis ganas por abrazarte, la vergüenza hurtó hasta las lágrimas soñando reencuentros. Me queda la tranquilidad de que una muchacha suplió mis entrañas y mis senos hastiados de nutrientes. Perdón hija, no supe en mi niñez lo que significaba parir la vida, para luego dejarla. Tal vez no quise que me recordaras a diario, lo incipiente de un infierno vivo. Me he prometido no mentirme nunca más y por ende tampoco hacerlo contigo…
Para aquellos entonces, vivía con mi madre en una vieja casa de barro a las afueras del pueblo. Mamá vendía flores en la entrada del cementerio por las mañanas y por las tardes le lavaba la ropa al doctor Ramirez. Con eso vivíamos, y yo ayudaba en los quehaceres de la casa, no había tiempo para el colegio… al fin y al cabo, la palabra ignorancia no estaba en mi diccionario. Así pasaban los días, una madre y su pequeña con tantos amaneceres como ocasos contemplando sus claveles y sábanas colgadas con aromas a jabón de rosas. Tenía una muñeca, “Blanquita”, me la había comprado mi madre, después del día de los santos difuntos, que es cuando más flores se venden para el camposanto. Parece que la mayoría se olvida casi todo el año de sus muertos. Blanquita es la muñeca que permanece ahora a tu lado, lo sé porque me encargué de que llegara a tus manos. Sé que fue siempre tu juguete preferido, tal vez la muñeca de trapo viejo era un lazo mágico entre la distancia que te impuse cruelmente. Un domingo de lluvia intensa, sabiendo que mi madre no podría volver del cementerio hasta tanto no menguara el diluvio, decidí recostarme en la cama para esperarla, y pasaron los minutos y algunas horas, más continuaba la lluvia. Se oyó el ruido que realiza un motor al detenerse, aún no era la arde, y divisé por la ventana al doctor Ramirez, que seguro venía a buscar la muda de ropa que mi madre le lavaba. Con el tiempo sabía cuánto era la paga y donde quedaba guardada para poder entregarla. Así que cuando golpeó la puerta, la confianza hizo que le abriera. Tenía sus vestiduras desaliñadas el doctor, a pesar de no ser tan viejo… los años lo habían vuelto recio. Preguntó por mi madre y ante mi respuesta en torno a la ausencia, preguntó sobre el motivo de su presencia. Volví con la ropa hasta la puerta, me dio el dinero exacto, y cuando estaba por irse… algo cambió. Un olor a alcohol casi hediondo manaba de su boca, y sus ojos, sus ojos tenían otro color… como rojo del infierno. Se dio vuelta, me agarró del brazo con una mano y con la otra me tapó la boca. El miedo paralizó todos mis adentros. Ojalá hubiera perdido el conocimiento, para nunca recordar ese momento… pero no, me persigue como látigo que busca presa. No podía hacer nada, su cuerpo era el de un hombre fornido, el mío, el mío era el de una niña de doce años. Mis lágrimas caían por la almohada, mientras su boca besaba mis senos aún no desarrollados. Mis lágrimas, mis lágrimas se mezclaron con la sangre sobre la almohada. Vejó mi inocencia hasta que no quedó nada por ultrajar. Violó mis palabras para condenarlas al silencio con cada embiste de su inmundo sexo. Y se fue, se fue entre la borrachera de su triste vida y el éxtasis de poseer lo que no le pertenecía por la fuerza. Cuando mi madre pudo regresar, me encontró sin rostro, porque se lo había comido el miedo y la vergüenza. En vano preguntó que había pasado. No, no podía contarle, puesto con unas garras en mi garganta prometí jamás revelar lo sucedido, pues sino, sino mataría a mi mama. Y fui presa del pánico, y caí en silencios, y lavé mi cuerpo, pero nunca mi culpa. Y fui sentenciada por la vida ya que una niña no puede abrir la puerta a desconocidos, por nadie ni por nada. Y al cabo de un tiempo mi madre se dio cuenta que yo estaba embarazada. 12 años, recibí cachetadas, golpes y cintazos… le dije que me habían violado pero no creyó mi relato. Fui la puta de la familia, que sedujo algún amante porque es débil la carne y prostituta la que invita. Mi madre amenazó con matarme por la deshonra a su linaje. 12 años, y tal vez hubiese sido mejor entregarme a la muerte. Entendí debía partir, debía parir, debía partir. Mi madre dijo de sacarme la criatura con la vieja bruja de la otra cuadra. Opté por fugarme una noche sin tiempos, me fui sola y llorando, me fui sola y con vos en mis entrañas. Merodeé días y meses por pueblos que ni conocía, mendigué comida como mi necesidad de mendigar cariño. Cuando ya no pude más, entré a un hospital donde me ayudaron a parir un angelito que llamé Celeste… y cuando estuve repuesta decidí dejarte, para no viciarte de espanto como mis adentros. Decidí abandonarte para que no me recordarás a tu padre, y ese aroma a alcohol que pierde personas. Decidí dejarte a tu suerte, porque la mía ya estaba echada. Decidí no poder amarte, y la vida se encargó de castigarme con la enseñanza de que las distancias acrecientan sentires y amores. Y te extraño, aunque solo besé una vez tu frente, y te añoro aunque solo te cargué una vez en mis brazos.
Me quedé sin nada, porque tampoco tenía todo… me marché a otros lares y solo tuve coraje de mendigar limosnas. De mi madre supe murió en solitario, y del doctor… que lo mató una puta por despecho. Cuando el olvido no pudo con mis quebrantos y recuerdos decidí retornar a estas calles, decidí volver a no buscarte, pero a desde lejos contemplarte. Sé que no me queda tiempo, y con lágrimas dibujando sonrisas perdidas, anhelo juntar coraje para entregarte esta carta. Para cuando vuelvas mañana a preguntar como durmió esta vieja en la puerta de la iglesia,y me ofrezcas una taza de leche con una moneda sabiendo a pan caliente, pueda yo decirte… soy tu madre, tu ausencia y quebranto.
Título: AUSENCIA Y QUEBRANTO
Autor: Diego López (Argentina)
Imagen tomada de la red
Diego López

martes, 23 de septiembre de 2014

EL CUENTO - Diego Lopez - Cuando Federico nació... Contemporáneo




Diego Lopez
3 h · Ciudad de Córdoba ·
Cuando Federico nació, supe de inmediato sería mi único hijo… no sé una intuición paterna tal vez, pero era una sensación que moraba constante en mi pecho. Recuerdo como si fuera este instante cuando con minutos de vida en sus manos, esos ojos cetrinos abrazaron las lágrimas que derramaban los míos. Es difícil expresar la felicidad que nace y se dispersa por el universo, sí, es una alegría inexplicable la que embriaga el alma de un padre. Hay magia en el ciclo de la vida, lo sabe una madre desde sus entrañas, lo sabe un padre perpetuando su linaje, lo sabe el hijo respirando un mundo nuevo. Y ahí lo abracé sin tiempos y permanecimos así en silencio mientras su mamá recobraba fuerzas para alimentar a este pequeño y gran hombre. Me habitaba la necesidad de salir a la calle y gritar que era feliz, inmensamente feliz, de no ser por Ana que ya tenía al bebé en sus brazos y me miraba con cara de desquiciado, lo hubiera hecho. Y Federico recién estaba abriendo los ojos a la vida, y yo ya tenía su destino planeado… era una fantasía, siempre supe que los hijos debían ser lo que quisieran, al menos esa era mi idea. Nunca había sido muy amigo de Dios, pero en ese momento le agradecí inexorablemente al pequeño protegido por el amor de su madre.
Con el tiempo y a medida que Federico crecía, debo reconocer me molestaba un poco la relación de Ana y Federico, siempre como sobreprotegiéndolo… mi función era la de colocar límites, de traer el sustento a la casa, hombre de familia claro, pero había algo que me inquietaba. Uno no es más ciego de lo que no quiere ver. Fede, empezó a tener más edad y así lo fui anotando en el club de futbol local, y a regañadientes porque no entendí nunca podía carecer de pasión por los colores del Sportivo Miroco, desistí de que jugara cuando me dijo que no le agradaba el deporte de los machos. Los soldaditos no le atraían y los autitos lo aburrían… algo no estaba andando bien. Un día jugando con sus primas no sé bien a qué, o mejor dicho no quería saber. Federico se cayó de rodillas dándose un pequeño raspón, acto seguido comenzó a llora. Me acerqué con demasiada bronca por ese sollozo inentendible para un varoncito, y lejos de contenerlo, lo increpé a que dejara de llorar pues lo hombres no lloran. Federico por primeva vez me contempló con miedo en sus ojos, se tragó cada una de sus lágrimas y en silencio limpió su herida. Ana vio todo desde la puerta pero no emitió opinión alguna, sobradamente se le notaban las ganas de poner bajo sus polleras al pequeño para protegerlo. Pero no, los hombres se hacen hombres a los golpes… como debe ser, como ha sido siempre. Federico fue creciendo y ya en edad escolar parecía sobresalir en sus tareas, pero destilaba un dejo de tristeza acoplado a una timidez implacable. Tarde o temprano debería empezar a seducir chicas, no sin antes el debut sexual en el cabaret del pueblo claro.
Recuerdo que regresaba una tarde con todo el cansancio propio del verano y una larga tarde de trabajo sobre las espaldas. Ana a esa hora cuidaba a su madre ya entrada en años, mientras que Fede ya independiente, o andaba leyendo libros o haciendo alguna actividad para el colegio. Con el transcurso de los años, había desistido con el deporte para el muchacho, y eso que lo había anotado en boxeo, Karate, Karting, Motos… pero no, no le gustaba lo físico. Un halo de frustración pesaba sobre mis anhelos, y mucho más cuando entendí que jamás sabría que era un radiador, una cubierta, un burro, una junta, una bujía de encendido o un filtro de aire… no le gustaban los autos. Fede ya tenía 14, estaba ingresando a una edad complicada, tiempo de que el padre dejara ese rol para hacerse amigo y juntos emprender el rito arcano de seducir mujeres. Esa tarde ingresé por la parte trasera de la casa para dejar de paso unas tablas que servirían para algo. El patio da a la ventana del cuarto de Fede… Aún maldigo el momento de haber elegido esas maderas, aún maldigo tantas cosas. Cuando iba a entrar a la casa, por la ventana divisé a mi Federico dándole un beso, un asqueroso beso a su compañero de colegio. Es duro explicar la escena, da náuseas la sola idea, y mucho más si es el único hijo que poseo quien deshonra la hombría. No voy a negar, siempre había oído de los putos, pero esos desviados eran de las grandes ciudades, donde corrompían niños con su enfermedad. Pero no en mi pueblo, no a mi niño… eso no lo permitiría. Literalmente rompí la puerta de una patada y entré dando gritos de “putos de mierda, yo les voy a enseñar a ser hombres”. ”En esta casa los hombres usan pantalones no polleras, marica”. “Ahora me vas a salir con que te comprás esmalte para uñas” Para ese momento el compañero había salido corriendo con el susto de su vida, daba igual a mi no me importaba. Federico me miraba asustado, pero también con un odio que no había visto nunca en ninguna persona. Esta vez no mediaron palabras, le di una trompada en la cara y mientras la sangre comenzaba a brotar solo sentencie: “Acá los putos no viven, sabrás vos si te quedás o te vas”. Ana por ese extraño lazo con su hijo estaba parada en la puerta llorando con el silencio de las madres cómplices. Entendí perfectamente su cobijo y me sonó a traición.
Esa noche vi a mi hijo por última vez, cuando lo contemplé pasar la puerta con un bolso viejo en la mano. Es extraño ver marchar a tu primogénito de catorce años hacia la vida, desprovisto de experiencia, de sapiencia, de calle, de cancha… de recursos. Pero en ese momento ya las cartas estaban echadas, prefería verlo partir que tener un hijo marica. Como miraba a los amigos de club después de esto, con qué cara hablaba con los compañeros del laburo. Este pueblo es chico, acá todo se sabe. No, ya era demasiada la vergüenza como para permitir la burla. Ana le dio un abrazo tan largo que creí Federico se haría mayor de edad en la vereda. La noche me llevó a mi hijo para siempre, porque mi Fede cuando se iba yendo, aterrado por el desamparo, sintiéndose culpable por quien era, desgarrado por un padre que lo echaba de su nido, hastiado de callar quien era, desahuciado por una vida que no valía ni una muerte… hurtó el viejo revolver dormido en mi mesita de noche.
Diez minutos habían pasado desde su partida, diez minutos que de saberlo hubiera asesinado mis instantes para siempre. Un disparo irrumpió la noche, Ana gritó como solo una madre que huele muerte puede hacerlo, mis ojos no vieron la negrura del cielo, porque negra estaba mi alma. Sí, dos calles más abajo, un niño de 14 años jamás podría ser hombre. Lo mató su padre por puto cobarde, por no aceptar a alguien por quién es… lo mató un monstruo que cercenó las alas de un joven, de un hijo que se marchó con la desidia de quien debió tan solo amarlo.
Hoy frente a su tumba, después de diez años de su partida, sigo llorando su ausencia. El dolor vuelve extrañas a las personas. Me divorcié a los meses de que muriera Fede. Ana se marchó a otra ciudad a vivir esa muerte diaria que es sobrevivir. Y yo, yo pago mi condena hasta el día que muera . Y yo, yo entendí que puto no es el que besa a un hombre… puto es el que condena.
Diego López

Tinta de Sangre Marcelo Roberto Galán Capel Namaste - Si no fuese



Si no fuese
23 de septiembre de 2014 a la(s) 12:22
Si no fuese
por las nubes y porque llueve,
juraría que es tu piel
que me abraza,
como un barco que nunca se llena
y está anclado en el puerto,

si no fuese por el silencio
de este sollozo de gotas,
si no fuese por el suspiro del viento,
que me somete a siembra y beso
hasta volverme vulnerable.

Si no fuese
por el paisaje y por las ventanas,
juraría que todo tu amor
me alcanza,
dándome alas,
arropándome la boca,

si no fuese por los árboles paso a paso,
de las tiernas y celosas hojas de su traje,
si no fuese por la sangre
que me habita como un rayo,
hasta brotar en versos, desplumado manantial.

Si no fuese
porque te quiero,
mientras esa paloma sube y sube interminable,
juraría que de arena y de mar me formo,
que soy un aire que merodea tus manos,
que tengo el privilegio de girar,
y tomarte de los hombros y la cintura
casi al mismo tiempo,

si no fuese porque el amor que siento
te hace mi pensamiento,
y así me cubro de ti,
si no fuese porque procuro hasta tu voz,
prometiéndote la mirada.

Si no fuese
porque soy breve
y así soy dueño,
que tu nombre tengo por acento,
juraría que eres la urgencia de faltarme,
la serenidad de la tierra y los troncos retorcidos,
que lluviosamente entro hasta tus ojos,
que soy la misma raíz,

si no fuese
porque he llegado hasta el fondo,
y ahí estás tú,
juraría que me pareces,
que me cercas con tus ansias,
que me esperas y me defines,
si no fuese que te amo.

Si no fuese
porque mis manos son la herramienta de mi alma,
y mi alma es un marino,
y el mar me sabe a río
que clama entre las rocas,
juraría que estoy desnudo,
igual que el fuego,
cada vez más claro,
cada vez más mi garganta.

¡No es posible acariciarte
sólo por amor!

Tinta de Sangre
Marcelo Roberto Galán Capel
Namaste

Copyright © Todos los derechos reservados

jueves, 18 de septiembre de 2014

Tinta de Sangre Marcelo Roberto Galán Capel Namaste - Fue entonces...




Fue entonces
18 de septiembre de 2014 a la(s) 16:24
Fue entonces
que mi corazón te deseó,
mis manos parecían andar
en las alturas,
destinadas a tu casa,
y mis brazos,
como lluvia,
amaron la delgada línea
que separa mi voz
de mi primer suspiro,

fue entonces
que corrí al auxilio,
le pedí al agua que suele deslizarse
de cara al abismo, que me guarde,
bregué a los vientos
por mi equilibrio,
y al vértigo miré,
¡déjame ser yo mismo!,

fue entonces
en que bastó un libro,
para que mi alma se diluya en
un vaso de quietud.

El amor me conoce
hasta el fuego,
sabe de mis desvelos,
de las caricias
entre el suelo y el cielo
repitiendo tu nombre,
y me besa en los labios
susurrando TE QUIERO,

el amor me construye de tus mismos sitios
y las mismas calles,
me sabe en silencio
y en detalle,
es como un idéntico paisaje
despertando a los sueños,
es que mi existencia
y la tuya van unidas,
TE EXTRAÑO.

Fue entonces
que los árboles se vistieron
de un pedazo de luna,
con rastros de horas,
esas que se cuelgan esperando una respuesta,
revueltos de voces,
esas que sin hablar palabra,
se aferran,

fue entonces
que te sentí junto a mí,
en el mismo ritmo, perdurando,
desligada de todo,
brotando hasta confundir los colores,
y fuímos rehenes de la poesía
que vino a sentarse a nuestro lado.

Así fue
que un día atónito,
temí al amor de quererte y extrañarte tanto,
y quise huir del sentimiento,
como si un gran golpe de viento
se llevara consigo,
la llama de tu piel,
mi locura vuelta deseo,

y comprendí que te llevaba yo en las manos,
que te llevo mientras amo,
mientras sufro,
mientras gozo,
y logré oír tu propio verso
palpitando en el alma de mi vida.

Sucedió un día,
lloré un momento
y te dije TE AMO.

Tinta de Sangre
Marcelo Roberto Galán Capel
Namaste

Copyright © Todos los derechos reservados

martes, 16 de septiembre de 2014

Título: MIEDO Autor: Diego López



Diego Lopez

Bueno, he de hacerme cargo y daré mis motivos de los hechos acaecidos. Me declaro como único ejecutor de la condena, la cual también sancioné sin opción a revocarse. El cadáver aquí presente es el resultado de tales sucesos. Como verán lo amordacé para poder inmovilizarlo… a fin de cuentas hice lo que respira su esencia, paralizar. Después lo sepulté en el fondo de mis tiempos, ahí donde ustedes lo han encontrado… ya muerto.

Y no, no me siento culpable, porque no hay sangre manchando mis manos ni mis instantes. Me costó demasiado llegar a tomar esta decisión, sobre todo poder tomarla y darme cuenta era él o yo. Me hastié de lágrimas en mis albas y crepúsculos, como si solo viviera en los horizontes de la tristeza… a fin de cuentas, por él no podía contemplar mañanas. ¿Esperanzas? ¡Ja!, qué ilusos, no, no había, cuando la cobardía infecta cada muro de las pútridas murallas, la esperanza se vuelve moho, se vuelve nada. ¿Fuerza? ¡Ja! No, no había fuerzas… la debilidad carcome hasta el aliento, hasta las ganas de levantarse… como una depresiva garra devorando ímpetus.

Y sí, he de hacerme cargo, amordacé, di muerte y sepulté a este cadáver. Ahora me llevan como si nadie se hubiera animado antes, como si nadie lo hubiera hecho a pesar de los mandatos sociales.
Y sí… le di muerte a mi MIEDO

Título: MIEDO
Autor: Diego López
Imagen tomada de la red

lunes, 15 de septiembre de 2014

CUANDO NADIE ME VE - Fernando Navarro (El Poeta Inculto)




¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
FERNANDO NAVARRO
Fernando Navarro (El Poeta Inculto)
23 de abril
Mi primer poema que será publicado en un libro ¡Gracias Editorial Garbec



CUANDO NADIE ME VE

Bifurcando ideas entre la nada y la pasión
confundido en la nostalgia, vive mi tonto corazón.
Deseando tenerte, rechazando tu cercanía
irracional miedo subsiste, ¡es sublime agonía!

Pronuncio tu nombre, revoloteando en antiguos anhelos
acordes de amor entretejidos en felices recuerdos.
En la soledad infame que mis errores trajeron
la conciencia me grita que los días felices partieron.

Mas, ahora comprendo, del olvido no hay retorno
la mariposa partió... y en mi jardín es invierno
marchitando ilusiones que podían haber florecido
al calor de una historia, con final de amor prometido.

Ocultaré para siempre el dolor de tu partida
fingiendo que en un olvido de bruma te dejé.
A solas, besaré con locura tu imagen en mis desvelos
y te diré ¡te amo!... cuando nadie me ve.

Fernando Navarro (El Poeta Inculto)

Tinta de Sangre Marcelo Roberto Galán Capel Namaste - De las cosas simples




De las cosas simples
14 de septiembre de 2014 a la(s) 17:15
Ella y él
vivían en distintos barrios,
él, serio,
ella frágil,
él camino a sus primeros cincuenta,
ella miraba de cerca los cuarenta,
ella y él amantes de las buenas letras,
ella y él, llenándose los zapatos de distancia.

Ella era gustosa de las noches largas,
él prefería los mejores deseos,
corrían y se amaban
y a veces parecía,
que ella le cambiaba el nombre a las cosas,
que él soñaba con gaviotas,
y ella creía en la libertad de los versos,
y él en ella.

Él, a propósito de la humildad,
le gustaba sorprenderse
y actuar en defensa propia,
ella prefería las palabras
y al hablar descubrir poesía,
él tenía algunos poemas que le seguían los pasos,
ella prefería el otoño,
y una suave lámpara sobre el tiempo.

El amor se hace de dos elementos
que preponderan,
copas de vino y fracasos,
esos instantes en que todo está en su lugar,
hasta la humedad del jardin,
y aquellos otros en que la puerta no se abre,
y todo parece maquillarse
de una singular y plácida tristeza,

el amor sabe tanto de tormentas
como de ocasos,
ella y él se reconocen en los hechos
y saben la dicha verdadera.

Él la miraba como esa esquina primera,
de murallas altas,
de cercana plaza,
imaginando la ilusión de un beso
y un sueño sin orillas,
ella lo esperaba más y más cerca,
inventando el final de cada historia,
como una pequeña nube pasajera mullida de silencio,
ella y él como de frente a una arboleda,
él, como de costumbre,
ella, enamorada.

Ella había decidido considerarlo el hombre,
él jugaba con las hojas como quien da vida al ahora,
ella, con un sentir en forma de rueda de molino,
por lo grande y lo preciso, pensó ...
¡es él, lo reconozco bien, lo distingo!,
él fue mejor que una ventana abierta,
la tomó entre sus manos,
la abrazó dulcemente,
y un delicado aroma a violetas
los envolvió.

Él se había permitido saberla su mujer,
el amor no podía decirlo con más certeza,
él, cumpliendo con su palabra
le dijo TE AMO,
ella, llorando repitió, TE AMO también.

Ella y él perdieron los nombres
y con ellos la memoria,
ahora se llaman amor,
que cada quien los llame como quiera.

Tinta de Sangre
Marcelo Roberto Galán Capel
Namaste

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