Cuento escrito por Jairo Echeverri García para Cuento Colectivo.
Fotografía por Melody Meyer
https://www.pinterest.com/jairoecheverrig/
Dicen, en el mundo de los criminales, que una buena apariencia física es, sin duda, una ventaja para evadir las trabas que la legalidad y sus defensores imponen. La anterior, junto con la excelencia en el arte de matar, eran ventajas que la mejor asesina del mundo tenía cubiertas. “Angie”, “Carol”, “Nia”, eran algunos de sus alias preferidos y para su última misión, había escogido el alias “Melissa Massi”.
Melissa Massi era, según los estudios hechos por la misma asesina en mención –cuyo verdadero nombre nadie sabía-, el prototipo de mujer ideal para Jay Equinox, su objetivo. Equinox era un famoso personaje involucrado en el mundo del cine y el arte, cuyos últimos filmes de talante político, habían levantado sospechas del gobierno de derecha de turno.
Ya Equinox, por pura suerte, había sobrevivido a dos atentados y a una fuerte campaña con diferentes frentes de ataque, que tenía el único objetivo de hacer que éste colapsara y desistiera de su labor. Ninguna de esas estrategias fue del todo efectiva, por el contrario, hicieron que Equinox intensificara su labor y consiguiera, siendo él muy adinerado, un cuerpo de seguridad con los mejores del país.
En esta ocasión, algún político corrupto estaba enfurecido y quería no sólo la cabeza de Jay Equinox, si no información acerca de cada uno de sus movimientos. Para eso necesitaba la ayuda de profesionales; por lo tanto, sus oscuras fuerzas lo guiaron hasta una agencia de asesinos, aquella para la cual trabajaba nuestra mortal protagonista.
Después de meses de investigar y seguir al objetivo, esta seductora, inteligente y creativa asesina se inventó a “Melissa Massi”, un alter- ego más. De acuerdo a una comparación de perfiles de todas las ex novias de Equinox, era casi un hecho que a él le gustaban las mujeres fuera de su alcance, algo irónico porque él en el fondo era tímido. Además, su mujer perfecta debía poder sostener una conversación de igual a igual con él… debía compartir muchos de sus gustos, sin embargo, también era necesario que fuera independiente y tuviera gustos propios. Con respecto al fenotipo, no había un común denominador claro.
Fue después de haber recolectado toda esa información que nació “Melissa Massi”, la talentosa y sofisticada estudiante de arte. Ya “Melissa” lo tenía todo planeado. Su primer encuentro sería en un café llamado “Surreal” al cual Equinox asistía con frecuencia. De acuerdo a sus fuentes, allí estaría el jueves por la noche.
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