¿QUIÉN ROMPE EL ESPEJO?
Cuando era niña se decía que cuando se rompe un espejo debe tirarse porque trae “mala suerte” y hoy, ya mayor, se me ocurre que el espejo refleja mi imagen verdadera.
Cada uno de nosotros nos miramos al espejo y de inmediato vemos un rostro sonriente o un semblante oscuro o preocupado. Nunca nos hemos puesto a pensar qué es lo que nos dice ese mismo espejo: “cambiar la imagen reflejada depende de nosotros”
Creo existen tres formas de cambiar la imagen.
-UNA ES ROMPER EL ESPEJO-Patético y engañoso-Cobarde…
Así sería posible borrar toda imagen que nos hable de dudas a sabiendas que hay una verdad que no queremos reconocer...
-Otra sería MIRARNOS FIJAMENTE y preguntarnos: ¿Qué hace que no me guste lo que veo? y ser sinceros y decírnoslo.
-Una tercera instancia sería MIRARNOS Y NO MENTIRNOS.
-Si lo que vemos es producto de habernos basado en irrealidades tomándolas como certezas “sin dudas de nada nos ha servido el espejo” nos estamos mintiendo.
En medio del diálogo virtual que establecemos con el espejo entran,considerando la cuarta instancia, las cavilaciones, las incertidumbres, las dudas, el entrar en laberintos que muy a menudo necesitan de otros para ubicar el plano de poder elegir el camino con cierta seguridad.
Requiere primero aceptar los hechos que motivan la duda. Que no alarmarnos si nos paramos ante la evidencia cierta o mentirosa en dónde hemos estado caminando.
Nadie puede culparnos de estar indagando,somos seres libres de buscar y encontrar nuestro camino de realización en base a un piso fuerte que no tenga el peligro de los resbalones…
Podemos aceptar que quien está con nosotros genere sus propias dudas? Sí Eso es una regla contundente. Es sano aceptar que el otro tiene derechos y esos pesan en nuestra percepción de los hechos. Cerrarnos es engañoso.
Debemos exigir que quienes están vinculados a darnos la mano en el sendero de la vida tengan su punto de conexión con nosotros y dejarlo fluir, respetar, escuchar y aceptar o no sin pretender cambiar su impronta.
Dar la mano sin pedir esta conexión o que la misma sea producto de la falta de certezas, genera vínculos débiles. Almas solitarias. Falta de brazos en esas manos que se dan…
Todos necesitamos un abrazo de confianza para aferrarnos cuando el viento fuerte quiere tumbarnos.
Amar la mano sin contar con el abrazo, genera un asirse permanente al anhelo de conseguir lo que al final nos genera inseguridad y en ello se nos va el tiempo y nos enferma.
Creo en Ti tan solo por que sí, “no es verdad” Sirve para un momento. Amar es la posibilidad de sentir, intuir y esperar del otro lo que nos haga felices...Y vivir plenamente las coincidencias y respetar las disidencias. El amor que se riega todos los días nos da felicidad.
La necesidad de esconder errores ya nos da por vencidos. Olvidar una vez superados sería lo ideal
Un sentido que nos haga percibir que estamos en el camino de un proyecto propio que solo resiste si confiamos en aquellos caminos que nos dan seguridad.
Que nos hace ver ese camino como un sendero que se nutre constantemente y al hacerlo nos cambia el mal humor por una sonrisa y las dificultades como algo a modificar que requiere de mi el combustible de la verdad y la caricia del amor, sin tiempo, sin fronteras, sin miedo, sin frustraciones y en la certeza de transitar la vida cerca del corazón pero con todo el cuerpo abocado a construir…
Todos los días los ladrillos que edifican deben estar unidos por un cemento bien preparado, con las cantidades justas para hacerlos fuertes y acorde a la acción de producir una torre que se va elevando hacia el cielo y cada día es más bonito. Cada día es una obra de arte.
Cada jornada un nuevo ladrillo y considerar que las ventanas son huecos del pasado que debemos cerrar o abrir, depende de cómo las hemos abierto o cerrado.
“Asómate a mi ventana” es maravilloso. Compartir el alma y el cuerpo en la visión de las ventanas del otro genera intercalar un hilo de conexión que hace que nos comprendamos y el abrazo jamás genere apretar tibiamente, sino un abrazo de fuerza que se intercambia y todo se hace confiable.
Las puertas del edificio son las entradas y salidas que tenemos la obligación de conocer y reconocer de nuestro ser interior, sabios para interpretar y actuar. Estar dispuestos a cerrar definitivamente, abrir para pasar el umbral o bien entornar para dar paso a la esperanza…
Se despierta cada mañana con una sonrisa y un objetivo porque así se sabe que el día será diferente de ayer.
Que está en nosotros hacerlo bonito y con la persona o personas que hemos elegido…
Caminar los múltiples caminos que, asombrados, vemos en forma de posibilidades y no como repetición de errores.
La imagen que nos devuelve el espejo es válida. Romper el espejo es esconderse. La verdad está en el rostro que nos refleja una imagen que no miente.
Deseo que todos los espejos siembren en cada uno una imagen amada y en franca evolución, con bellos proyectos, con alegría de entenderse vivos y transitando el maravilloso camino que es la vida. Digna de gestar todos los milagros y sabiendo que podemos producirlos.
Puedo equivocarme. Tan solo es una reflexión…
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