TENGO EL ALMA AZUL
Cuando llega el fin de semana mi alma se pone azul.
Ella arremete con mis fantasías, me falta el aire y me pongo azul.
Luego pienso en el mar y me digo: ¿Para qué te arremolinas y entorpeces
las orillas si luego vendrá la calma y por nada te lastimas?
Y me digo: porque allá va gozando el agua con sus estrellas y sin verlo y sin
tregua, las olas me tiran fuera.
Se pone azul en el cielo mi alma en retorno y vergüenza, llega a la orilla, baja y se posa en la arena de cuclillas. Dibuja con manos tercas un corazón zaparrado y lo adorna con dinteles de caracoles dorados. No encuentra un cupido para atravesarlo porque no quiere salir de dentro, es que en el mío se halla preso luchando mis aspavientos…
Amparo Estévez Saviza
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