Los sábados suelen ser el día de la semana más bonito. Sin embargo no siempre lo es. A veces se presentan los tiempos en verbos ya conjugados que no quieres entender, aceptar, intentar verlos como una expresión ya dibujada por la vida. No todo se puede cambiar…No se puede cambiar el paso de los años. No se pueden cambiar los afectos
pase lo que pase con ellos. No se puede comprender la existencia que no transcurre según el camino. No se entiende la maldad tal cual es, vacía y terrorífica. No se entiende
el amor sin presencia. No se pueden cambiar los tormentos físicos si son crónicos. No se acepta que los pies no te lleven a ninguna parte…
En estos pensamientos desatinados para muchos, hay cierta verdad. Hay un mundo cerca o lejos que siempre se aproxima en el momento exacto de las cavilaciones y con una palabra cortita pero larga en contenido, aproxima la calma y una palmada de afecto cambia la lágrima por paz y serenidad…
Amparo Estévez Saviza- Argentina-2014
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