En la última fila
Estaba sentada en la última fila y nunca la había visto antes, no recordaba su pelo rubio y brillante como el oro atado con una cinta color rosa viejo, ni sus increíbles ojos claros, tan transparentes como el agua del manantial más puro. Comencé a buscar frenéticamente en mi lista un nombre, un apellido… pero no, no tenía registro alguno de ella. Levanté la vista para preguntarle quien era pero ella ya no estaba allí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario