Tienes tú toda la razón
yo soy para ti un intruso,
un vil y vulgar iluso
que se encuentra en desazón.
Grande fue mi osadía,
tanta como mi estupidez ;
ahora muy claro lo ves
soy tonto noche y día.
Perdona mi atrevimiento
jamás debí molestarte,
tú no debes preocuparte
por mi entorpecimiento.
Nunca logramos ser nada,
todo estaba en mi mente ;
hoy la vida inclemente
me cobra mi gran burrada.
Fue un gran y hermoso sueño
al cual nunca debí entrar,
jamás te pude conquistar
pues de mí no soy el dueño.
Esta es la triste realidad :
no soy hombre libre, nunca
he visto vida más trunca.
Esto es la fatalidad.
Así es esta p... obre vida,
yo tengo la mala suerte
jamás debí conocerte ;
tú no debes verte herida.
Nada a reclamarte voy
puesto que nada me debes ;
mujer : goza tu que bebes
elixir de juventud hoy.
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