El principito (Audiolibro) - completo

CANCIONES TATUADAS-Franco simone-RIO GRANDE

Existen canciones que se quedan en el alma.
Muchas veces han marcado alguna etapa en nuestra breve existencia. Ésta, la especial para mí: Río Grande…
Tiene un lugar mágico en mi alma.

Mi nube pierde en el espacio a su nube amiga.
Y allí, escuchando esta canción que se eleva por el aire y se conecta con la magia, le llama, secando sus lágrimas con el codo de su forma humana y ruega que tal vez no se ha ido para siempre…

Y el copo de algodón se congela de día, esquivando al sol.
De noche se derrite en cataratas de llanto compulsivo y transformado en rocío sobre las flores, platinando los árboles; esparciendo sombras sobre los sueños que se han escondido de vergüenza por haber caído en la noche de la magia.

Sin embargo esa sensación le dibuja filigranas de maravilla a sus formas de nube particular. A veces parecen Cristo en la cruz y otras, los amantes en su noche más bonita de Amor…
Todas las nubes pasan, se juntan a otras y luego se las lleva el viento quién sabe a que parte del cosmos.
En cambio mi nube se queda ahí, esperando; siente frío, calor, y siempre llora sobre su pañuelo explosivo como deseando una transformación del universo.
Espera allí firme a que los ruegos le traigan de nuevo a su nube amiga…

Y un día esta llega de regreso convertida en nubarrón…
Cargada de lágrimas a punto de manifestarse en lluvia copiosa; la atracción por seguir al viento los une y ya no importa que sea una brisa o un zonda, basta con fundirse y estallar en juegos que dejan estelas de vivos colores en el cielo de todos…

Recién ahí la nube opta por moverse para refugiarse en brazos del nubarrón y nunca más llover; cuando los milagros ocurren no hay que preguntar de dónde vienen y hay que aceptarlos sin dudas.

Hoy juntas las nubes se han convertido en un cúmulos limbus. Suben y bajan por los cielos en perfecta en armonía.
Un equilibrio que sólo puede dar Dios y su naturaleza exquisita, junto
al tiempo y su circunstancia.
La circunstancia del minuto que se instala y forman parte de un todo…

Es la vida que selecciona sus nubes y sus cielos. Sus estrellas fugaces y permanentes.
La luna señala la simbiosis. Y el sol… El sol dice que pertenecen al libre albedrío de las almas y los cielos, que en calma se abrazan, que en el río se reflejan y aman.

En las noches oscuras y las tormentas detienen al viento y caminan sus flancos con seguridad, porque ni la luz ni la oscuridad tienen suficiente fuerza para exterminarlos…

¿Qué pueden temer? Tan solo a la muerte y la muerte no existe para las almas… ¡¡¡Para qué más!!!
AMPARO ESTÉVEZ SAVIZA-Derechos Reservados de Autor/2016